Con una misa presidida por el presbítero José María Benítez, cura vicario de la Catedral, honraron a la Santísima Virgen Maria. Participaron diferentes grupos marianos especialmente jóvenes y niños quienes renovaron su consagración al Inmaculado Corazón de la Virgen.
Es la total consagración a Jesús a través de la Santísima Virgen María. Consiste en un acto libre y voluntario donde ofreces toda tu persona y tu vida, y te entregas todo entero, en cuerpo y alma, a la Madre de Jesús y Madre nuestra para que a través de ella el Espíritu Santo nos transforme conforme a la imagen de Jesús.
San Luis María enuncia en su libro "los actos de caridad que la Virgen, como la mejor de todas las madres, hace para con sus fieles servidores": Ella los ama, los mantiene, los guía y dirige, los defiende y protege, intercede por ellos ante Dios.