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Reino Unido y EE.UU. sellan hoy un acuerdo comercial para reducir aranceles

En una jornada que promete marcar un antes y un después en las relaciones comerciales transatlánticas, el Reino Unido y Estados Unidos se preparan para anunciar esta tarde un acuerdo comercial que podría aliviar las tensiones derivadas de la reciente ola de aranceles globales impuesta por Washington. El presidente Donald Trump ha anunciado que ofrecerá una rueda de prensa a las 16, hora española, para revelar lo que ha descrito como un «acuerdo comercial importante con un país grande y altamente respetado», en alusión clara al Reino Unido. Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer , comparecerá una hora más tarde.El acuerdo, aunque limitado en alcance, representa un avance significativo en medio de la guerra comercial global que ha golpeado duramente a sectores clave como el automotriz y el siderúrgico. «Debería ser un día muy importante y emocionante para Estados Unidos y el Reino Unido», escribió Trump en su red social esta mañana, anticipando la magnitud del anuncio.Starmer, en declaraciones ofrecidas esta mañana, subrayó la importancia del pacto. «Como saben, las conversaciones con Estados Unidos han estado en marcha y más tarde les daré más detalles al respecto. Pero que no quepa duda: siempre actuaré en nuestro interés nacional, por los trabajadores, las empresas y las familias, para ofrecer seguridad y renovación a nuestro país», afirmó el primer ministro.Este acuerdo será el segundo en menos de una semana para Starmer, quien recientemente firmó un pacto comercial con India, superando a la Unión Europea, que llevaba décadas intentando alcanzar un acuerdo similar. Que el Reino Unido se convierta en el primer país en firmar un acuerdo arancelario con la administración Trump desde la imposición de aranceles el 2 de abril, no solo constituye un logro diplomático para el líder laborista, sino que también refuerza la capacidad del país para negociar independientemente tras el Brexit.El acuerdo se centrará en sectores gravemente afectados por los aranceles estadounidenses del 25%, como el acero y los automóviles. Aunque no se trata de un tratado de libre comercio integral, como se aspiraba tras la salida del Reino Unido de la UE, sí abre la puerta a futuras negociaciones, incluyendo posibles reducciones en el arancel base del 10% que impone Estados Unidos sobre exportaciones británicas. Además, se espera que Londres haga concesiones en áreas como el impuesto a los servicios digitales, que ha afectado especialmente a las grandes tecnológicas estadounidenses, y podría también reducir sus propios aranceles sobre productos estadounidenses como carne, mariscos y automóviles.Una fuente del equipo negociador británico afirmó que «un compromiso en farmacéuticos sería muy significativo», y subrayó que también se ha intentado evitar la imposición de nuevos aranceles en sectores como el aeroespacial. Por su parte, un portavoz de Downing Street reiteró que «Estados Unidos es un aliado indispensable tanto para nuestra seguridad económica como nacional. Las negociaciones han avanzado con rapidez«. Desde el sector empresarial británico, las reacciones han sido de cauta esperanza. Jordan Cummins, director de competitividad de la Confederación de la Industria Británica (CBI), declaró a la BBC que «la retórica sobre los aranceles ha afectado directamente los resultados y la producción. Hay partes de nuestra economía que están sintiendo esto y necesitan un gesto simbólico fuerte respaldado por credibilidad por parte del gobierno».

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