Rusia Unida, el partido en el poder liderado por el presidente Vladimir Putin, se impuso por amplio margen en las elecciones legislativas de ayer con el 44,5% de los votos, según un sondeo a pie de urna del instituto público ruso Vtsiom.
La agrupación había conseguido un 49% en las legislativas precedentes, en 2011, y ahora revalidó su hegemonía en la asamblea de Moscú. En segundo lugar se ubicaba el Partido Liberal Democrático (LDPR) del ultranacionalista Vladímir Zhirinovski con un 15,3%de los sufragios, cuatro puntos porcentuales más que en 2011. Luego el Partido Comunista, que obtenía 14,9% de los votos con una pérdida de cinco puntos.Y finalmente el socialdemócrata Rusia Justa, con 8,1% de los sufragios.
Rusia Unida, pilar del régimen de Putin, volverá a ser el mayoritario en la Duma (cámara baja parlamentaria). La elección se convirtió en una prueba de poder para Putin, quien goza de una masiva popularidad pese a los problemas económicos cada vez más agudos que jaquean a la población a partir de la caída de los precios del petróleo –la principal fuente de recursos del país– y las sanciones internacionales por la anexión de Crimea. Con todo, en medio de acusaciones no comprobadas de fraude, hubo una menor participación que en las controvertidas elecciones de 2011: un tercio del padrón habilitado, según la Comisión Electoral.
Tras los comicios legislativos de 2011, los adversarios del Kremlin denunciaron fraude a gran escala y salieron a la calle en multitudinarias manifestaciones. La apatía ha dominado estos comicios, sobre todo en grandes ciudades como Moscú y San Petersburgo, donde la participación ha sido la más baja desde principio de siglo.
Es muy probable que, con el 41% de sufragios obtenidos, el oficialismo sume las bancas de otros partidos aliados hasta formar una mayoría.Sin embargo, de confirmarse esta cifra se trataría de un mínimo histórico para Putin.