La actividad no pasó desapercibida a raíz de la prohibición en etapa de cuarentena. Los partidos eran por dinero. Para impedir que volvieran a juntarse les quitaron los arcos.
Un encuentro de fútbol que se disputaba en el populoso barrio Arazatí de la capital provincial fue desbaratado ayer con una redada policial en la cual un hombre, el presunto organizador, resultó demorado. La mayoría de los jugadores, en cambio, alcanzaron a escapar corriendo en diferentes direcciones.
Como una forma de impedir que volvieran a reunirse una vez que los patrulleros se alejaran de la zona, las autoridades secuestraron ambos arcos de la cancha.
El procedimiento sucedió a la tarde en calle Suipacha, entre Necochea y Las Heras, en el sector denominado popularmente como “El Empachado”.
Denuncias al sistema 911 daban cuenta del encuentro masivo de personas, acto no permitido en la vigente etapa de cuarentena y el cual quebrantaba toda norma de distanciamiento social como de otras medidas para evitar eventuales contagios de coronavirus.
Efectivos de los Grupos de Respuesta Inmediata Motorizada y Comando de Patrulla, a cargo del comisario mayor Miguel Tomás Ramírez, hicieron un amplio despliegue.
En motocicletas y camionetas los policías comenzaron a rodear la cancha. Sin embargo, no pudieron evitar que el “desbande” fuera masivo desde unos segundos antes ya que algunos hinchas, apenas vieron aparecer a los patrulleros, comenzaron a gritar “¡cuidado que viene la Policía!”.
Un hombre de 38 años señalado como el supuesto organizador del “evento” no logró evitar su demora. En su poder secuestraron dinero que sería parte de la apuesta deportiva. En la redada también decomisaron una motocicleta.
En medio del operativo identificaron a un segundo hombre que cuenta con un inconveniente legal. Se encuentra imputado en una doble causa de “hurto calificado” y la Justicia pedía su localización.
El miércoles sucedió una situación similar en el barrio Victor Colas, con cinco jóvenes demorados por jugar al fútbol.