Los números espantan, especialmente porque pasan los años y no hay cambios: la provincia de Corrientes registra la tasa de mortalidad infantil más alta del país. Está 5 puntos arriba del promedio nacional que desde 2007 viene en descenso, mientras que aquí -en la provincia- la tendencia va en sentido contrario, no para de crecer. Lo dice el Ministerio de Salud de la Nación que acaba de divulgar las estadísticas correspondientes al año 2014 que se elaboran sobre la base de la información que proporcionan las carteras sanitarias de cada jurisdicción. Según ese trabajo, Corrientes ostenta los peores indicadores del país. También están mal Formosa, Chaco y La Rioja, pero Corrientes les gana a todas. Va adelante.
El informe oficial -de reciente aparición- señala que 15,9 niños de cada mil mueren antes de cumplir un año. Más grave aún: el 75% de los chicos no llega a los seis días de vida y de los que logran superar esa barrera más de la mitad mueren antes de completar el mes, es decir que la mayoría de los fallecimientos se registran en el período denominado “neonatal”. Otro récord que ninguna provincia puede igualar.
Según explica el Ministerio de Salud, la mortalidad infantil comprende los decesos de chicos menores de un año. Y se llama “mortalidad neonatal” a la ocurrida en el transcurso de los primeros 27 días de vida, y la expresión “mortalidad posneonatal” designa la ocurrida desde el fin del período neonatal hasta la edad de un año. Corrientes no solamente está primera a nivel nacional en mortalidad infantil, además la mayoría de los chiquitos mueren antes del mes, es decir también lidera en mortalidad neonatal.
Los especialistas dicen que en la mortalidad neonatal (antes de un mes) tienen prevalencia las condiciones congénitas y la atención de la salud: el estado general de la madre, el control del embarazo, la atención del parto y del niño durante los primeros días de vida. Es decir tiene especial importancia el diagnóstico, la prevención, en definitiva: el cuidado. El cumplimiento de estas condiciones está atado a los servicios de salud: recursos humanos (médicos, enfermeros) capacitados y suficientes, programas e infraestructura. Es la parte medular de la política sanitaria, que evidentemente en Corrientes no funciona. O tal vez, no existe. De otra manera resulta difícil explicar por qué mientras en la mayoría de las provincias disminuye la tasa de mortalidad infantil (bajando la media nacional), aquí crece.
Desde 2012, cuando Corrientes registró el indicador más bajo (14,4) de los últimos quince años, el índice se estancó y comenzó a subir nuevamente tal como lo muestran los gráficos adjuntos.
El agravamiento de la situación sanitaria en Corrientes contrasta con la sustancial mejoría que exhibe en las estadísticas oficiales la provincia del Chaco; incluso Formosa, que históricamente ocupaba el primer lugar en el triste ranking nacional de mortalidad infantil, abandonó ese puesto y se lo dejó a Corrientes. Ya en 2013 Corrientes figuraba en el tope y lo repitió en 2014.
Estos datos son los últimos disponibles. Los divulgó la cartera nacional en el transcurso del mes de marzo, con la nueva administración de gobierno encabezada por Mauricio Macri. La publicación ofrece información estadística sobre nacidos vivos, defunciones totales, por grupos de edades y defunciones maternas, y por lugares de residencia habitual, agrupados según municipios. En ese capítulo también se destaca Corrientes; por ejemplo: la tasa de mortalidad en Goya es de 20,2; diez puntos por arriba de la media nacional (10,6). Apenas un puñado de municipios en la Argentina lo superan, son los que tienen igual riesgo que los países en guerra, por ejemplo Siria.
El informe de Salud de la Nación, al que tuvo acceso NORTE de Corrientes, presenta también las tasas de mortalidad general, además de la mortalidad infantil, con la misma apertura geográfica. Por ejemplo, la provincia de Corrientes lidera la tabla en las muertes de chicos menores de 5 años (tasa 17,6 por cada mil), seguida por Formosa (17,5).
Hay varios capítulos, en el trabajo del Ministerio, destinados a explicar las causas de los decesos de los niños (en Corrientes es muy alta la prevalencia de septicemia) y también el número de muertes maternas, donde nuestra provincia también está entre las tres primeras, después de Buenos Aires y Salta.
Como si fuese Siria
Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de mortalidad infantil en Siria es de 15,7 por cada mil. Los datos están actualizados a 2014. En Corrientes, ese mismo indicador, según el Ministerio de la Salud de la Nación, es de 15,9 y es el más alto de la Argentina. Entre ambos ejemplos hay una sustancial distancia, además de la geográfica: Siria sufre una devastadora guerra civil.
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