Economía

Por fuego y sequía anticipan que en 2023 podría faltar yerba mate

La gravísima situación por la sequía y los incendios ya impacta en varios sectores, y otros anticipan una crisis casi inexorable. En el caso de la producción de yerba mate ya está golpeado más del 70% de los yerbales, y eso implica un golpe concreto a mediano y largo plazo.

Todos los sectores productivos de Corrientes comienzan a sentir el impacto de la sequía y el fuego en el territorio provincial, pero en algunos será más fuerte, tal el caso de la yerba mate."Más del 70% de los yerbales se está perdiendo. Para este año hay stock, pero el que viene estará complicado. Se cree que va a faltar producto", dijo Lorena Kowacz. Intendente de Colonia Liebig


En Colonia Liebig, la Cooperativa Agrícola de elabora marcas de yerba mate que están instaladas en todo el país, y hay mucha preocupación por lo que se viene.

"La situación es preocupante. La zona rural en general está muy afectada. Tenemos una red de colonos con los cuáles se arman contrafuego. Estamos colaborando con ellos, pero lamentablemente tenemos más del 70%de los yerbales se está perdiendo", dijo la Intendente de la localidad ubicada a unos 340 kilómetros de Capital, Lorena Kowacz.

"Nuestra zona está muy afectada por la sequía, y ahora está esto de los incendios. Los colonos chicos, de 20 a 22 hectáreas, van a tener pérdidas muy fuertes. Como mínimo, una planta de yerba produce luego de 4 o 5 años, por eso nosotros anticipamos un desastre económico", comentó.

La jefa comunal precisó que "por una cuestión de industrialización el producto está garantizado para 2022. Hay stock suficiente. Pero el problema vendrá el 2023" "Mi papá tiene 80 años y siempre fue productor yerbatero. Y él nunca vio una cosa así", agregó Kowacz.

Lo que se viene

Los productores aseguran que este consumo, para 2022, está garantizado. ¿Por qué se da eso? A raíz de que la yerba que se consumirá a lo largo de este año fue cosechada el año pasado, y como mínimo debe ser estacionada por un lapso de 9 meses. Eso la pone a salvo de la durísima sequía que afecta a las plantas.

Lorena Kowacz. Intendente de Colonia Liebig.

En el INYM observan que los registros pluviales de sitios como Misiones, con información de la Estación Experimental del INTA Cerro Azul muestran entre febrero de 2021 y enero de 2022 una merma del 39% en materia de irrigación. 1218,6 milímetros acumulados un mes, contra 779, 7 del otro. Una baja notable.

"El mismo informe indica que el pasado mes de diciembre de 2021 se evidenció el registro más bajo para este mes en los últimos 55 años con apenas 29,2 mm de lluvia", remarcaron.

Por eso, la gran incógnita está en lo que pueda pasar de cara a 2023: se viene la cosecha gruesa que arrancaría en abril y duraría hasta septiembre, pero la situación llena de cautela a los productores. Además eso se conjuga con el mayor consumo que demandó en los últimos meses el mercado interno.

PÉRDIDAS MILLONARIAS

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web