Otras 58 personas resultaron heridas en el ataque en Al Meqdadiyah, aproximadamente a 90 kilómetros de Bagdad, la misma ciudad donde un atentado similar, cometido en enero pasado, desató una ola de represalias violentas, dijeron fuentes policiales y fuentes médicas.
El atentado tuvo lugar durante los funerales del pariente de un comandante de unas de las milicias chiítas locales, un miembro de la tribu de Beni Tamim, una de las más importantes de la provincia de Diyala, donde se ubica Al Meqdadiyah, prosiguieron las fuentes.
Entre los muertos hubo cuatro comandantes de Asaib Ahl al-Haq y dos de la Organización Badr, dos poderosas milicias chiitas que forman parte de las Fuerzas de Movilización Populares, un cuerpo autorizado por el Estado iraquí a hacerse cargo de gran parte de la seguridad de la región.
El EI reivindicó el atentado mediante un comunicado difundido por Internet en el que afirmó que un atacante suicida detonó un cinturón de explosivos en una reunión de milicianos chiitas en Al Meqdadiyah.
En enero pasado, el EI, que controla extensos territorios de Irak y la vecina Siria, atentó con una bomba contra una cafetería de Al Meqdadiyah y mató al menos a 32 personas.
Decenas de personas murieron en días posteriores en ataques de venganza que la organización Human Rights Watch responsabilizó a milicias afiliadas a las Fuerzas de Movilización.
Ningún grupo reivindicó de inmediato el atentado de este lunes, que ocurrió un día después de la muerte de al menos 73 personas en un doble atentado suicida contra un mercado en el este de Bagdad que fue reivindicado por el EI, según una cifra de víctima actualizada este lunes por el Ministerio de Salud.
Otras 112 personas permanecían este lunes internadas con heridas de diversa consideración tras el atentado contra el mercado, ubicado en el barrio de Ciudad Sadr, agregó el Ministerio, que el domingo había dado cifras iniciales de sólo 17 muertos.
Un primer atacante suicida se inmoló entre gente que compraba en el lugar, desatando escenas de caos. Un segundo extremista se voló por los aires en medio de la multitud que se había juntado por el primer estallido, según la policía.
La ola de atentados en la región capitalina ha crecido en los últimos tiempos, especialmente desde que el Ejército y sus aliados internacionales lanzan fuertes ofensivas en el norte y oeste del país para recuperar el control de las ciudades, pueblos y zonas rurales controladas por el EI.
El jueves pasado, dos ataques suicidas contra una mezquita chiita en un bario del noroeste de Bagdad mataron a siete civiles y dejaron otros 31 heridos.
Ningún grupo armado se adjudicó los atentados, sin embargo el gobierno nacional acusó al EI, una milicia que aprovechó el malestar de muchos grupos sunnitas, creado tras años de represión sectaria y discriminación política, para expandir su control territorial en el país.