Luego de varias horas de tensión y gracias a la intervención de un mediador, se entregaron dos de los cabecillas que organizaron un motín en la comisaría tercera de Merlo, y continúa la negociación para el traslados de detenidos.
Fuentes policiales informaron a Infobae que el episodio en la seccional ubicada en la intersección de las calles Balbastro y Avenida San Martín, en el oeste del Gran Buenos Aires, comenzó a la medianoche cuando uno de los presos extorsionó y amenazó al padre de otro recluso, que fue tomado de rehén.
La UFI 4 dispuso que se haga presente un mediador del Grupo Halcón que intervino para que finalmente se traslade a dos de los "cabecillas" de la revuelta a un penal, aunque continúan las negociaciones.
Hasta el lugar llegaron efectivos de la Policía, bomberos y del Grupo GAD y personal de gendarmería y del Comando Patrullas.
Todo habría comenzado cuando un comerciante de 68 años, padre de un presidiario, recibió un llamado de su hijo cerca de la medianoche pidiéndole dinero. "Pa, tenés que conseguir 200 pesos acá para la ranchada de los pibes", le dijo el joven que había sido trasladado recientemente a esa seccional bonaerense, tras ser detenido por "robo agravado por el uso de armas".
Cuando el hombre le contestó que no disponía del dinero, una voz masculina lo amenazó y le dijo: "Yo sé quien es usted. Usted tiene un local comercial, repara motores, vende caños…consiga la plata ya, y la trae, porque está en juego la vida de su hijo".
Según pudo saber Infobae, un total de 27 presos impidió durante más de 9 horas el ingreso de las autoridades al calabozo donde mantuvieron al rehén "atado a una puerta".
Sin embargo, hubo otras versiones acerca del motivo que generó el motín aunque todas dejan entrever un problema de fondo que es la sobrepoblación en las cárceles que hace que los presos deban permanecer detenidos en las comisarías.
Uno de los reclusos señaló esta mañana que se amotinaron en protesta por la falta de agua y comida. "Hace un par de días que pasamos hambre, estamos sin luz sin agua. Somos 26 para 3 celdas", dijo uno de los presos llamado Fausto en comunicación telefónica con C5N.
Además, culpó a la Policía por "seguir metiendo presos" y negó que haya heridos. Fausto advirtió que los incidentes comenzaron tras el ingreso del nuevo recluso que fue identificado por otro porque "había disparado a su mujer embarazada".