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Monseñor Larregain: La Palabra habla ahora y aquí

El obispo auxiliar de Corrientes presidió la misa del Domingo de la Palabra de Dios, este 24 enero, y dejó comunidad algunas "simples y sencillas" formas para acercarnos más a la Palabra.

La arquidiócesis de Corrientes celebró el Domingo de la Palabra de Dios este 24 enero, con una misa presidida por su obispo auxiliar, monseñor José Adolfo Larregain OFM, en la catedral Nuestra Señora del Rosario.

Al comenzar su homilía explicó que este domingo tiene “el fin de familiarizarnos e intimar con las Sagradas Escrituras y el resucitado”, para “hacer crecer la familiaridad religiosa y asidua con la palabra de Dios, donde vida y Palabra se reclamen y alimenten mutuamente”.

El obispo compartió con la comunidad algunas “simples y sencillas” formas para acercarnos a la Palabra de Dios: en primer lugar, leerla a diario, “con espíritu de fe, entrar en un dinamismo de escucha que nos conduzca a la obediencia”, y añadió que además “hay que escucharla con actitud atenta y sincera. El Espíritu está en el texto, pero también en nuestro corazón, tenemos que pedir al Señor la gracia de ser buenos oyentes e interiorizar. La palabra tiene vida, tiene fuego que no se apaga, tiene fuerza, es mensaje de amor y de esperanza”.

Seguidamente mencionó la lectura comunitaria: “Confrontarse y compartir enriquece y alimenta. En el altar familiar ocupa un lugar destacado la Palabra, no para estar en exhibición sino para que sea alimento, guía, brújula que oriente la vida”. Practicando estas dos lecturas estaremos en “la experiencia de la admiración”, afirmó monseñor Larregain, “descubrir la belleza y riqueza, cosas sorprendentes y maravillosas que están relacionadas con lo cotidiano, ordinario, simple y sencillo del día a día”. “La Palabra sana, santifica, libera, renueva, fortalece, ilumina, transforma, da paz, llena el alma, el corazón”.

El prelado auxiliar hizo mención también al dialogo con Dios: “La Palabra habla ahora y aquí. Es un espejo que me confronta con lo más profundo de mí”. Entonces, mencionando el Evangelio del día, dijo que “el tiempo que se ha cumplido”, mencionado en la Palabra “es un tiempo significativo, decisivo, que cambia la vida, es un tiempo histórico trascendente, es del Espíritu. En Jesús la promesa se hace realidad: es ahora, el tiempo se ha cumplido, no hay nada que esperar”.

En este sentido, monseñor Larregain aseguró que “cuando se trata del Reino, todo lo demás es secundario: familia, seres queridos, bienes materiales, vínculos, afectos”, por eso los discípulos “dejan todo y lo siguen”. “También hoy el Maestro sigue caminando, pasando y llamando. Nos invita a todos al seguimiento, a estar con Él, a ser instrumentos para que el Reino de Dios se haga más presente entre nosotros que es una manera concreta de llenar el mundo de bondad, justicia, dignidad”, agregó convocando a la comunidad.

El obispo finalizó resaltando: “La Palabra nos alimenta, acrecienta nuestra comunión y compromete al seguimiento, sino lo hacemos estamos faltando el respeto al Señor. No sólo es hablar de Jesús, de sus opciones, valores y núcleos, es concretizar en un estilo de vida coherente con Jesús, asumiendo su criterio de vida, estilo de ser y de actuar”.+

OBISPO AUXILIAR DE CORRIENTES IGLESIA CATÓLICA JOSE ADOLFO LARREGAIN

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