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Monseñor Canecin: La vida humana es sagrada desde el momento de la concepción

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Así expresa el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, en una carta pastoral con motivo de la celebración de las Pascuas de Resurrección. Recordó al Estado  " en su deber de combatir decididamente el delito del narcotráfico y narcomenudeo".



Con la Liturgia de la Madre Iglesia cantamos lleno de júbilo “Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos y regocijémonos en el” ¡Porque Cristo ha resucitado, venciendo la muerte y el pecado…! ¡y Nosotros somos Testigos! Esta es la Verdad que cambió la historia y puede transformar la vida personal, familiar, de los pueblos, sus instituciones y de la Iglesia. Cristo Resucitado es: Luz, Paz, Camino, Verdad y Vida *Es Luz: en medio de tanta oscuridad, sin sentido y falsas luces que enceguecen (poder tener-placer).

 

“El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida” (Jn 8,12). *Es Paz: “Mi paz le dejo, mi paz les doy, no como la que da el mundo” (Jn 14, 27). La única que llena el corazón humano.



*Es Camino: “Nadie va al Padre sino por mí”. (Jn 14, 6). “El que cree en Él, no quedará confundido”(Rm 10,11). *Es Verdad: definitiva sobre Dios, el hombre, la Iglesia, la Historia.

*Es Vida: vino para para que la tengamos en abundancia (cf. Jn 10,10). En medio de una cultura de la muerte, que declama derechos humanos y pretende adquirir estatuto legal para el aborto, afirmamos con la fuerza y convicción del Resucitado.



La vida humana es sagrada desde el momento de la concepción, en sus diferentes etapas de crecimiento y hasta el momento de la muerte natural. La Liturgia del Tiempo Pascual nos ofrece la posibilidad del encuentro personal con el Resucitado, para disfrutar de su presencia que nos capacita para ser sus testigos proclamándolo con la vida y la palabra en todos los rincones de la tierra.



Un modo litúrgico-pastoral es rezar el Vía Lucis-camino de la Luz-en todos los ambientes e instituciones, llegando a las periferias geográficas y existenciales de las parroquias y de la diócesis.

2 Queremos ser Testigos de la Resurrección:



 Apostando a una Diócesis que tiene en la Eucaristía su “cumbre y fuente” y la prolonga en la Adoración Eucarística Permanente convencidos que de allí brotaran las mejores iniciativas personales y pastorales y la fuerza para realizarlas.



 Trabajando decididamente n la renovación de las parroquias asumiendo el camino de la conversión pastoral (actitudes y estructuras) por fidelidad a la Misión- vocación de la Iglesia-para responder a las demandas actuales con una Nueva Evangelización desde la Pastoral Familiar y una Catequesis Renovada.



 Asumiendo, celebrando y viviendo como “familia humana, con pasión, el ser custodios y administradores de la Creación” que gime y espera verse liberada de la destrucción a la que fue sometida (cf. Rm 8, 20-22).  Empeñándonos en instalar la cultura vocacional, acogiendo y acompañando a niños y jóvenes en su fe y discernimiento, anhelando una primavera vocacional diocesana.



 Haciendo de nuestras parroquias un hospital de campaña, organizando la Pastoral de Adicciones empeñados en la prevención y rehabilitación de personas en situación de adicción; recordando y acompañando al Estado en su deber de combatir decididamente el delito del narcotráfico y narcomenudeo.



Con alegría, fruto de la Resurrección, y el propósito de ser Testigos, los saludo, abrazo y bendigo ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

 

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