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Misiones, más allá de las Cataratas

Es prácticamente imposible no asociar a la provincia de Misiones con las Cataratas y su Parque Nacional. Considerada como una de las Maravillas del Mundo, no hay momento en el año que no se acerquen miles de turistas a apreciar la majestuosa e imponente caída de agua, rodeada de una fauna y flora repleta de diversidad y cantidad.

Sin embargo, en la frondosa selva misionera se esconden muchas otras joyas naturales, culturales e históricas que valen la pena conocer y descubrir. Se pueden encontrar desde ruinas, museos, Iglesias y muchas otras atracciones

Ahora te vamos a mostrar los motivos, más allá de las Cataratas de Iguazú, por las cuales deberías ir buscando el mejor pasaje posible en Andesmar, en caso de que estés con ganas de vacacionar en una de las provincias más turísticas de la Argentina.



Ruinas de San Ignacio: Fe, cultura e historia

Este sitio histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, es un testimonio conmovedor de un capítulo fascinante en la historia de la región.

Fundada en 1610 por misioneros jesuitas, la Reducción de San Ignacio fue una de las muchas comunidades indígenas establecidas con el propósito de convertir y educar a los pueblos originarios de la zona. Durante su apogeo, las Ruinas de San Ignacio eran un impresionante complejo arquitectónico que albergaba una iglesia, viviendas, talleres, y una serie de edificaciones que servían a la comunidad en diversos aspectos de la vida cotidiana.

Hoy en día, los visitantes que llegan a las Ruinas de San Ignacio son recibidos por una impresionante vista de las ruinas que se alzan entre la vegetación exuberante. A pesar de los siglos de abandono y la erosión causada por la naturaleza, las estructuras aún conservan una majestuosidad imponente. La Iglesia de San Ignacio, con su imponente fachada barroca y sus intrincados detalles tallados en piedra arenisca, es el punto focal del sitio y una obra maestra de la arquitectura colonial.

Explorar las Ruinas de San Ignacio es sumergirse en la historia, con cada piedra susurrando historias de fe, resistencia y encuentro cultural. Los visitantes pueden recorrer las calles empedradas donde una vez caminaron los habitantes de la reducción, imaginando la vida cotidiana en este enclave remoto en el corazón de la selva. Los detalles arquitectónicos y las inscripciones talladas en las paredes ofrecen pistas sobre la rica cultura y las creencias de aquellos que una vez llamaron hogar a este lugar.






Parque Temático de la Cruz

Con más de 10 hectáreas de extensión, el Parque de la Cruz ofrece una experiencia única para todos los visitantes. Desde sus senderos serpenteantes hasta sus miradores estratégicamente ubicados, cada rincón invita a la contemplación y al asombro ante la belleza natural que lo rodea.

Uno de los puntos más destacados del parque es, sin duda, su imponente cruz de 82 metros de altura, que se alza majestuosa sobre el paisaje, convirtiéndose en un símbolo de paz y reflexión para quienes lo visitan. Desde lo alto de esta estructura, los visitantes pueden disfrutar de una vista panorámica incomparable de los alrededores, que incluyen el río Paraná y las exuberantes selvas que caracterizan la región.

Además de su belleza escénica, el Parque de la Cruz también ofrece espacios para la reflexión espiritual y la meditación. Sus jardines cuidadosamente diseñados y sus áreas de descanso proporcionan un ambiente tranquilo y sereno, ideal para aquellos que buscan un momento de calma y conexión consigo mismos.

Para los más aventureros, el parque cuenta con actividades como tirolesa y escalada en rappel, que ofrecen emociones fuertes en medio de un entorno natural espectacular. Así como también hay un restaurante con comida típica y autóctona de la región.




El Salto Encantado

El principal atractivo del parque es, sin duda, el Salto Encantado. Se trata de una impresionante caída de agua de más de 60 metros de altura, que desciende majestuosamente entre las formaciones rocosas y la vegetación exuberante. El rugido del agua y el rocío que se levanta crean un ambiente mágico.

Además de la cascada, el Parque Provincial Salto Encantado ofrece una gran cantidad de senderos bien señalizados, que serpentean a través de la selva subtropical, permitiendo a los visitantes explorar la rica biodiversidad de la región. Allí habitan desde árboles centenarios hasta una variedad de aves y mariposas.

Además, el Parque cuenta con miradores estratégicamente ubicados, los cuales ofrecen vistas panorámicas espectaculares del entorno, permitiendo a los visitantes capturar la grandeza del paisaje y tomar fotografías impresionantes para recordar su visita.

El Parque Provincial Salto Encantado es mucho más que una atracción turística: es un santuario natural que invita a la exploración, la contemplación y la conexión con el mundo que nos rodea. Con su impresionante cascada, sus senderos serpenteantes y su rica biodiversidad, este parque ofrece una experiencia inolvidable para todos aquellos que se aventuren a descubrir su magia.

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