Interior

Millones de argentinos encendidos, ante Corrientes que arde

"Como Obispo de Goya, agradeciendo el Mensaje de la Comisión Nacional de Cáritas, me uno, lo suscribo y deseo sea conocido por toda la Diócesis y el Pueblo de Corrientes”, expresó monseñor Adolfo Canecin al compartir el mensaje con toda la feligresía diocesana.

“Como obispos responsables de animar la estructura de Cáritas Nacional, y haciéndonos eco de todos y cada uno de los pastores de nuestra patria, queremos que cada correntino sienta nuestra compañía y ayuda.

Así lo están experimentando con las arrolladoras muestras de solidaridad que llegan de cada rincón de nuestro país; algunas a través de nuestras estructuras y otras tantas por iniciativas de asociaciones, movimientos y particulares. Somos parte del conjunto de un pueblo a quien le duele ver a hermanos qué abandonan sus viviendas, pierden sus pertenencias, y ven arder lo sembrado y trabajado en los campos. También nos embarga la tristeza y la impotencia al constatar animales, especies y ecosistemas destruidos por el fuego: a la emergencia humanitaria se suma la emergencia ecológica.

Nos llena de admiración la entrega y bravura de nuestros bomberos, de todos aquellos que sin temor a perder su vida, combaten las llamas, rescatan hermanos, protegen y cuidan a quienes están unidos por esa conciencia tan cristiana que nos hace saber que donde uno sufre es Cristo quien sufre.

Al calor de ese amor expresado en la solidaridad, en la cercanía, también somos parte de ese ardor que quiere preguntarse por qué nos pasa esto. ¿Quiénes son los responsables de tanto desastre y quiénes de la dilación de las respuestas? Nos hierve la sangre sabiendo que muchas de estas situaciones podrían evitarse si fuéramos más cuidadosos en la preservación del medioambiente y en la previsión de inversiones de los dineros públicos para un combate efectivo de los incendios.

Sostenidos por la convicción de que nuestro pueblo resiliente siempre saca fuerzas para estar cerca de quienes más sufren, nos volvemos a admirar de tanta generosidad y coraje. Asimismo, también nos preguntamos hasta cuándo será ese pueblo el que arde, se consume y necesita renacer de las cenizas mientras otros sólo miden ganancias, números de encuestas y negocios al abrigo de calores y lejos de incendios.

Que la Virgen de Itatí, con su ternura de Madre, les de consuelo y fortaleza a nuestros hermanos correntinos que más están sufriendo”.

OBISPO DE GOYA INCENDIOS

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