Internacionales

Las elecciones de Polonia muestran la polarización social y el rechazo de los jóvenes a los partidos tradicionales

Numerosas instancias, tanto polacas como europeas, respiran con alivio por la victoria del alcalde de Varsovia, el liberal Rafal Trzaskowski, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Polonia. Pero es pronto para cantar victoria: todavía queda la segunda vuelta, que se celebrará el 1 de junio, y sólo dos puntos porcentuales de ventaja separan esta candidatura de la de Karol Nawrocki, que se presenta como candidato del nacionalista Partido Ley y Justicia (PiS) y ha obtenido un resultado bastante más fuerte de lo esperado.Trzaskowski, por otra parte, con el 30,8 por ciento, no alcanzó la diferencia que anunciaban las encuestas. Y, en todo caso, el resultado denota un país dividido y enfrentado. «El resultado refuerza la polarización» , dice Agnieszka Lada-Konefal, subdirectora del Instituto Polaco-alemán (DPI). «La brecha entre Trzaskowski y Nawrocki es muy estrecha. A todos los demás les fue mucho peor», observa, y subraya que «cada vez más gente se ha hartado del apretón permanente entre los dos grandes bandos». «En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2020, los candidatos de los dos partidos principales obtuvieron alrededor de tres cuartas partes de los votos. Ahora es solo el 60 por ciento», argumenta, señalando así el problema de la política polaca que subyace tras los resultados. Esta primera vuelta es, por tanto, un tiro de advertencia para el Gobierno de Donald Tusk, asentado sobre una precaria estabilidad .Una vez desglosado, el resultado electoral de esta primera vuelta ilustra hasta qué punto los votantes más jóvenes, en particular, se desmarcan de los partidos tradicionales. La aversión al nacionalista PiS y a la Plataforma Cívica (KO) de Tusk no es muy visible entre los votantes de mayor edad, pero sí es muy pronunciada entre los votantes más jóvenes. En el grupo de edad entre 18 y 29 años, Trzaskowski y Nawrocki juntos recibieron menos de una cuarta parte de los votos . Los hombres más jóvenes y los hombres en general votaron desproporcionadamente por los candidatos nacional-populistas, liderados por Slawomir Mentzen de la Konfederacja, quien obtuvo un 15,4 por ciento de los votos y terminó tercero. Hacia dónde se vuelquen esos votos en la segunda vuelta resultará seguramente decisivo.Noticia Relacionada Polonia estandar Si Los conservadores se imponen en la primera vuelta de las presidenciales, según los sondeos Rosalía Sánchez El estrecho margen le obligaría a enfrentarse en segunda vuelta el próximo 1 de junio con el candidato del PiS, Karol NawrockiLas mujeres polacas, por otra parte, han entregado su voto de manera desproporcionada a candidatos de izquierda como Adrian Zandberg (5,2 por ciento) y Magdalena Biejat (4,1 por ciento). «Si tratamos de analizarlo en detalle, vemos que el resultado está marcado por contradicciones políticas y que la segunda vuelta está todavía abierta», dice Olaf Lang, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP) en Berlín.«Este resultado demuestra que tenemos que ser fuertes, que tenemos que estar decididos y que todavía tenemos mucho trabajo por delante», ha reaccionado Rafal Trzaskowski desde la ciudad de Sandomierz, en el sureste de Polonia.Nawrocki se muestra fortalecido ante «un resultado que equivale a un empate». «De hecho, estas fueron las elecciones más injustas que han tenido lugar en Polonia en los últimos 35 años», ha dicho, y ha acusado al Gobierno de Tusk de haber dificultado su campaña electoral con «propaganda y mentiras financiadas por el Estado». Se refería fundamentalmente al asunto de su segunda vivienda, que acaparó la campaña en la semana anterior a las elecciones. Acuciado por reproches de haber recibido la casa a cambio de la falsa promesa de cuidar al anciano propietario, Nawrocki anunció que donaría el apartamento a la caridad y la maniobra no parece haberle perjudicado, al menos en la primera vuelta.Ambos candidatos han comenzado ya a cortejar a Slawomir Mentzen, el político, empresario y asesor fiscal que se ha convertido en hacedor, no de reyes, pero sí de presidentes. Pertenece al partido de extrema derecha Konfederacja. Su campaña ha atraído especialmente a los votantes jóvenes , gracias a su presencia en redes sociales como TikTok e Instagram. Mentzen promueve una agenda libertaria y conservadora, aboga por menos impuestos, privatizaciones en sanidad y educación, así como por restricciones a la inmigración. También se opone a la legalización del aborto en Polonia y ha expresado críticas hacia los refugiados ucranianos en el país. No es seguro que sus votantes voten automáticamente por Nawrocki porque arremetió muy duramente contra él durante la campaña electoral. Después de hacerse público el escándalo de la vivienda, le reprochó que simplemente «no era apto» para el cargo de presidente de la República de Polonia.Otro dato menor, pero claramente reseñable, del resultado de la primera vuelta es el desempeño del extremista de derechas y antisemita Grzegorsz Braun, conocido por sus posturas ultraconservadoras y nacionalistas , además de su fuerte oposición a la Unión Europea. Su 6,2% de los votos es otro de los porcentajes a tener en cuenta de cara a la segunda vuelta. Y, aunque se trate de un porcentaje relativamente marginal, cabe señalar el cambio que supone en la política polaca el hecho de que obtenga este resultado un político que se ha hecho una imagen quemando la bandera de la UE o apagando un candelabro de Janucá judío con un extintor de incendios en el parlamento. El Parlamento Europeo le ha retirado su inmunidad por acusaciones que incluyen la irrupción en un hospital ginecológico y su candidatura ha sido vista como una protesta contra el apoyo polaco a Ucrania.

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web