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La Iglesia de Goya tiene tres nuevos sacerdotes

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En la iglesia Catedral de la Diócesis de Goya, totalmente colmada de fieles, el obispo, monseñor Adolfo Ramon  Canecín consagró tres nuevos sacerdotes: los diáconos Pablo Esteban Stortti, Pedro Pablo Ojeda y Juan José Godoy. Concelebro el obispo emerito monseñor Ricardo Oscar Faifer y el clero diocesano y de otras provincias.

 

Quienes el Sabado a la tarde fueron ungidos el Presbiterado, se postraron para recibir con la oración de las Letanías de todos los Santos la posterior imposición de manos del Obispo y la unción de sus manos para que puedan celebrar la Misa y absolver de los pecados en el Sacramento de la Reconciliación, también conocido como Confesión. 

 

Cabe indicar que durante los tres días previos a este sábado, 29 de junio, Día de los santos Pedro y Pablo, por ende Día del Papa, los entonces diáconos realizaron un retiro espiritual en el Monasterio de la Diócesis con la guía del obispo emérito, Ricardo Faifer, que en la noche del viernes acompañó a su sucesor, Canecín, quien les tomó el Juramento o Profesión de Fe de los candidatos al Sacerdocio.

 

La conmovedora celebración de la Misa de este sábado se vivió con fervor y devoción con las plegarias del pueblo reunido para el acontecimiento, una fiesta para toda esta jurisdicción eclesial que comprende siete departamentos de la provincia de Corrientes.

 

Cabe recordar,  que el ahora padre Pablo Esteban Stortti nació el 16 de agosto de 1988 en la ciudad de Goya y su lema de consagración es "Como mi Padre me envió, yo los envío a ustedes" (Jn 20, 21); el padre Pedro Pablo Ojeda nació el 26 de abril de 1987 en Esquina y eligió de lema para su Ministerio "Para servir y dar la vida" (Mc 10, 45); el padre Juan José Godoy, también oriundo de Goya, nació el 19 de noviembre de 1980, su lema de Consagración sacerdotal es "Hágase en mi según tu palabra" (Lc 1, 38).

 

"Los presbíteros, aunque no tienen la cumbre del pontificado y dependen de los Obispos en el ejercicio de su potestad, están, sin embargo, unidos con ellos en el honor del sacerdocio y, en virtud del Sacramento del Orden, han sido consagrados como verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento, a imagen de Cristo, sumo y eterno Sacerdote", indica el Magisterio de la Iglesia. 

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