Quizás con el tiempo, recordemos con agrado la Copa Diego Armando Maradona. El torneo que cambió de nombre en plena disputa para homenajear a la gloria más grande del fútbol argentino. En medio de una competencia que pocos equipos han tomado seriamente (de hecho seis de ellos presentaron formaciones alternativas en la fecha del fin de semana pasado), ha aparecido una veintena de jugadores juveniles de 21 o menos años de edad quienes en otro contexto, más exigente y con mayores presiones, tal vez no hubieran tenido tantas chances de consolidarse en Primera División.
Ninguno de ellos rompe los moldes. Y tampoco debe creerse que está en ciernes una generación que habrá de cambiar la historia. Pero un breve repaso por los planteles permite detectar algunos buenos y algunos muy buenos jugadores que, con el debido rodaje y la necesaria confianza de los técnicos, pueden llegar a afirmarse y a dar satisfacciones deportivas y económicas. Europa pretende futbolistas frescos y en proceso de formación, y varios de ellos ya están siendo observados por importantes clubes. De hecho, Estudiantes tiene vendido a Darío Sarmiento, su mediapunta de 17 años, en 9 millones de euros (que podrían duplicarse por objetivos) al Manchester City.
Alan Velasco (18 años) y Lucas "Saltita" González (20) ya son titulares en Independiente al igual que Federico Gattoni (21) y Mariano Peralta Bauer (22) en San Lorenzo. Carlos Alcaraz (18) y Tiago Banega (21) están en la consideración de Sebastián Beccacece en el Racing que juega la Copa Libertadores y son titulares en el equipo lado B que participa del torneo local, al igual que Matías Pérez (21), Alejandro Bernabei (20), Pedro de la Vega (19) y Franco Orozco (18) en Lanús; Nazareno Colombo (21), Mauricio Guzmán (21) y David Ayala (18) en Estudiantes; Rodrigo Villagra (19), Facundo Almada (22), Luciano Ferreyra (18) y Lautaro Blanco (21) en Rosario Central; y Valentín Burgoa (20) y Franco Badaloni (20) en Godoy Cruz. Augusto Schott (20) alterna en la defensa de Talleres de Córdoba y Ramiro Ruiz Rodríguez (20) y Kevin Isa Luna (19) hacen ruido cada vez que entran en el eficiente Atlético Tucumán de Ricardo Zielinski.
Boca y River vienen algo retrasados en este proceso de rejuvenecimiento. Miguel Angel Russo incluye muchos chicos en el banco boquense, pero todavía no se atreve a darles minutos en medio de la doble competencia copera, en tanto que Marcelo Gallardo va mechando de a poco a Santiago Simón (18), Lucas Beltrán (19), Benjamín Rollheiser (20) y Federico Girotti (21) pero lejos de cualquier chance de titularidad.
En medio de la eterna rosca política, los dirigentes concibieron un campeonato de transición y sin descensos para promover jugadores de las divisiones inferiores, abaratar contratos, capitalizar sus planteles y abrir ventanas de negocios. La experiencia les viene resultando. Tal vez en el futuro haya que agradecerles.