Política

La Casa Rosada apuesta a Rossi en Santa Fe y queda en duda la unidad del PJ en la provincia

La unidad del peronismo amenaza con ser un axioma del pasado en Santa Fe, luego de que la Casa Rosada decidió jugar su carta fuerte al proponer al ministro de Defensa, Agustín Rossi, para encabezar la lista de candidatos a senadores nacionales.

Esa aspiración choca con los intereses del gobernador Omar Perotti, quien pretende que el actual senador Roberto Mirabella encabece la nómina. La posibilidad de que el peronismo se fracture en Santa Fe es un escenario cada vez más viable, a medida que se acerca la hora final del cierra de listas este sábado.


El escenario de las negociaciones políticas se trasladó a Buenos Aires, algo que genera fastidio en los santafesinos que participan de las gestiones. Este rasgo muestra desde hace tiempo la pérdida de gravitación en la figura del gobernador como jefe político territorial, algo impensable en otros tiempos, por ejemplo, cuando el fallecido Carlos Reutemann piloteaba la provincia.

Durante el miércoles y el jueves pasó una procesión de dirigentes del peronismo por la Casa Rosada y el Ministerio de Defensa. Los interlocutores fueron el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. De las negociaciones salió un borrador que tiene el respaldo del presidente Alberto Fernández y el aval de Cristina Kirchner, que es una lista encabezada por Rossi y Alejandra Rodenas, actual vicegobernadora.

Ese plan incluye que Mirabella, el delfín de Perotti, encabece la lista de diputados nacionales, junto con María de los Ángeles Sacnun, actual senadora cercana a Cristina. Este esquema, que aparece como el más sólido, puede cambiar en las próximas.

“Le pusimos rock a la interna del PJ. Ante la falta de acuerdos, avanzamos con la voluntad de presentar esta fórmula. Si no hay consenso, podemos ir a una Paso”, anticipan fuentes cercanas a Rossi. Durante la tarde, el ministro de Defensa confirmó con una foto de 2017 junto a Alejandra Rodenas, a quien le ganó la interna ese año, la aspiración de que la lista que encabezará sea la que consiga la unidad. “Nos unimos para frenar a (Mauricio) Macri. Unámonos para defender a Santa Fe”, escribió en Twitter Rossi.

El nombre de Rodenas provocó sorpresa en el sector que encabeza Rossi. La vicegobernadora tiene el respaldo de un grupo de senadores provinciales que se transformaron en un núcleo de poder autónomo en Santa Fe, luego de que durante la gestión del gobernador socialista Antonio Bonfatti pasaran a manejar un paquete millonario de fondos en subsidios.

El que tercia como jefe de ese sector es el legislador Armando Traferri, un enemigo político de Perotti, al que hace responsable de los problemas que enfrenta con la Justicia de la mano de su exministro de Seguridad Marcelo Saín. A mediados de agosto, Traferri será citado a una audiencia en una causa de juego clandestino, que se mezcla con sectores del narcotráfico y en la que podría quedar imputado.

Presiones por la unidad

“Esta es la lista de unidad. Si no les gusta vamos a internas”, advierten a Perotti los dirigentes del entorno de Rossi, que recuerdan que el ministro de Defensa no tenía en sus planes competir en este comicio. Su nombre apareció en boca del presidente Alberto Fernández luego de que las encuestas aportaran magros resultados para Mirabella, el hombre de Perotti.

Fuentes del gobierno de Santa Fe creen que es un error insistir con una candidatura de Rossi, que tiene mayor margen de conocimiento entre los santafesinos, pero un techo a nivel electoral. Cerca del gobernador sostienen que la gestión de Perotti va en crecimiento, luego de avanzar en el plan de vacunación y con el programa Billetera Santa Fe, una app para hacer compras que el gobierno subsidia al reintegrar el 30% en cada compra.

En el gobierno de Perotti analizan que en este contexto de crisis una lista encabezada por el kirchnerismo será un blanco favorable para Juntos por el Cambio, que también tiene una batalla interna propia en esta etapa.

Un eventual escenario de internas en el peronismo amenaza también con poner en tensión al propio gobierno de Santa Fe, que está integrado por distintos sectores, entre ellos el kirchnerismo. Por ejemplo, el ministro de Gobierno Roberto Sukerman es miembro de La Corriente, que tiene a Rossi como principal referente.

La relación de Perotti con el kirchnerismo siempre fue de desconfianza pero las necesidades mutuas hacían soportar las tensiones. El gobernador de Santa Fe se desmarcó de algunas decisiones del presidente Alberto Fernández, como el cierre de las exportaciones a la carne a fines de mayo pasado.

El 16 de junio pasado Alberto Fernández paseó por Olivos con Perotti y en esa caminata el presidente le bajó el pulgar al plan inicial del gobernador de que el peronismo vaya con una lista encabezada por Mirabella y secundada por Sacnun, que tiene una estrecha relación con la vicepresidenta.

Fernández dijo que tenía otros planes, que incluían a Rossi como cabeza de la nómina de senadores. En el paseo Perotti tiró el nombre de la exministra de Habitat María Eugenia Bielsa, pero esa opción ni siquiera se analizó en profundidad después de los desencuentros con el sector más duro cercano a Cristina Fernández.

Una semana antes de esa reunión con el presidente Perotti lanzó en Santa Fe su espacio político, cuyo nombre también hizo ruido en el Frente de Todos. “Hacemos Santa Fe”, es casi una réplica de Hacemos por Córdoba de Juan Schiaretti, un gobernador que tuvo y tiene influencia en torno al mandatario santafesino. La posibilidad de una ruptura del peronismo santafesino podría acelerar los acercamientos en el interior, que hoy no tienen gravitación a nivel nacional.

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