El próximo 1º de enero de 2018 se celebrará la Jornada Mundial de la Paz con el lema para este año: "Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz". El Vicario General de la Diócesis de Goya presbítero Juan Carlos López, invita a las comunidades a participar de la misa concelebrada que presidirá en la catedral a las 20.
En su mensaje para esta fecha, el pontífice hizo un llamado a acoger a migrantes y refugiados, a considerarlos miembros de una única familia humana y a ayudarlos a alcanzar la paz y una vida digna.
Francisco estimó que "las migraciones globales seguirán marcando nuestro futuro" y afirmó que éstas son "una oportunidad para construir un futuro de paz", pese a que "algunos las consideran una amenaza".
Francisco consideró que hay más de 250 millones de migrantes en el mundo, de los que 22,5 millones son refugiados, y destacó que todos ellos son personas que "buscan un lugar donde vivir en paz", por lo que "muchos están dispuestos a arriesgar sus vidas a través de un viaje que, en la mayoría de los casos, es largo y peligroso".
RESPONSABILIDAD
El Papa aseguró que los gobernantes que "tienen una responsabilidad concreta con respecto a sus comunidades, a las que deben garantizar los derechos que les corresponden en justicia y un desarrollo armónico, para no ser como el constructor necio que hizo mal sus cálculos y no consiguió terminar la torre que había comenzado a construir".
Por último, «integrar» significa trabajar para que los refugiados y los migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad que les recibe, en una dinámica de enriquecimiento mutuo y de colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales. Como escribe san Pablo: «Así pues, ustedes ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios».
El Papa manifestó su apoyo "de todo corazón" a la definición y aprobación de los dos pactos internacionales por parte de las Naciones Unidas para una migración segura, ordenada y regulada, y otro sobre refugiados.
Por último, Francisco sugiere "que países menos ricos puedan recibir a un mayor número de refugiados, o darles mejor asilo, si la cooperación internacional les garantiza la disponibilidad de los fondos necesarios".