El número de muertos por el incendio en la torre Grenfell de Londres asciende a 30, en tanto que unas 76 personas siguen desaparecidas. La reina de Inglaterra visitó un centro de rehabilitación para los sobrevivientes.
Asciende a 30 la cifra de muertos en el devastador incendio de una torre residencial en Londres, informó la Policía. Al tiempo, se comprometió a averiguar "qué" fue lo que pasó en ese edificio.
Las llamas, de enormes proporciones, arrasaron un bloque de 24 plantas y 120 viviendas en North Kensington, en el oeste de la ciudad, donde habitaban entre 400 y 600 personas, entre ellas muchos niños.
Doce de las víctimas mortales ya fueron trasladadas a la morgue, mientras que otros cadáveres "tristemente" continúan dentro del inmueble siniestrado, según el último parte policial.
Al tiempo que las condiciones de seguridad con las que contaba el edificio están siendo duramente cuestionadas, Cundy remarcó que "en estos momentos, no hay nada que sugiera que el fuego fue provocado deliberadamente" y corroboró los peores presagios: que "tristemente" no esperan "encontrar más sobrevivientes" en su interior.
Tras la tragedia ocurrida en un bloque mayoritariamente de viviendas de protección social -ofrecidas a ciudadanos con pocos recursos-, 76 personas están aún "desaparecidas", según las estimaciones de los medios.
En una visita no anunciada, se desplazaron la reina Isabel II y el duque de Cambridge hasta la zona afectada, donde la monarca y su nieto -segundo en la sucesión al trono británico- visitaron un centro polideportivo comunitario, habilitado para asistir a los afectados por el fuego.