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Guía fácil para aprender a meditar (y que te haga bien)

La meditación es conectar con uno mismo, liberarse de todos los estímulos externos y llevar toda nuestra atención a un foco que puede ser la respiración y nuestro cuerpo. Hoy te ofrecemos una guía fácil para que aprendas a meditar.

Meditar como premisa para estar bien.

Meditar no es poner la mente en blanco. Nuestra mente está hecha para pensar, y es así que genera alrededor de 60-70 mil pensamientos en un día, por lo cual lograr que la mente deje de pensar es casi imposible. Lo que logramos al meditar es llevar nuestra atención a un foco, sentir nuestra respiración, repetir un mantra, sentir las sensaciones de nuestro cuerpo y de esta forma lograr distraer a la mente racional para que disminuya la generación de pensamientos.



La meditación requiere un entrenamiento, es como aprender a manejar o andar en bicicleta, alguien nos enseña, nos da el arranque inicial pero al ir practicando se nos va haciendo cada vez más fácil, hasta que lo incorporamos. Así mismo ocurre con la meditación.


A medida que se practica cada vez resulta más fácil dejar pasar los pensamientos sin enganchar con ellos, como si fueran nubes que se las lleva el viento. Las distracciones ocurren porque al generar pensamientos, la mente nos lleva a conectar con esos pensamientos pero si logramos tener la atención en un foco cada vez que sintamos distracción podemos volver a ese foco de conexión.

Cuándo y dónde hacerlo
Meditar genera muchos beneficios.

Meditar no es difícil, lo difícil es hacerse el hábito, por lo tanto, lo más importante es lograrlo. Así como todos los días nos duchamos, lavamos los dientes, la meditación debiera ser parte de nuestro aseo diario. Si está empezando te sugerimos que encuentres al menos 3 minutos al día para hacerte hábito. Una vez que sientas los beneficios de esos 3 minutos al día irá aumentando los minutos ya que sentirás la necesidad de permanecer en esa conexión por más tiempo. Cuando ya sea costumbre, con 11 minutos estará perfecto al día, pero si alguna vez no podés cumplirlos, con 5 habrás alcanzado el objetivo.


¿Dónde hacerla? Lo mejor, al comienzo, es que encuentres un lugar tranquilo de tu casa, que te resulte agradable. Una vez que te vayas entrenando te darás cuenta que podés meditar casi en cualquier lugar.



¿En qué postura? La postura ideal es permanecer sentado sobre 1 o 2 almohadones con las piernas cruzadas, idealmente que las rodillas no queden tensas sino relajadas. La columna lo más recta posible, hombros relajados ligeramente hacia atrás, logrando una leve apertura del pecho, manos sobre las rodillas y el rostro mirando al frente, con el mentón ligeramente hacia adentro para proteger las cervicales.


¿Que hago si me vienen pensamientos y me distraigo? Lo ideal al iniciarse en la meditación es llevar toda tue atención a un foco, ya sea la respiración (sentir su inhalación y su exhalación), y cada vez que aparezcan pensamientos no enganchar con ellos, o sea que un pensamiento no traiga otro, es mejor dejarlo pasar. Intentar no resolver nada en esos minutos. Por ejemplo, si aparece un pensamiento de tengo que ir al supermercado no empezar a hacer la lista, volver a la respiración.

El efecto positivo de meditar

Beneficios a nivel físico:

. Reduce dolores relacionados con la tensión
. Menores niveles de presión arterial.
. Mejora el sistema inmunológico.
. Reduce la tensión muscular.
. Aumenta la producción de serotonina, la cual mejora el humor.
. Reduce la probabilidad de ataques al corazón.
. Ayuda a controlar los síntomas de la menopausia.
. Ayuda a la pérdida de peso.


Beneficios a nivel psicológico:


. Mejora la concentración
. Mejora la autoestima
. Menos ansiedad.
. Más creatividad.
. Compasión: la investigación ha demostrado que la empatía y compasión son mayores en las personas que practican la meditación de forma regular.
. Mejora la memoria.
. Disminuye el estrés
. Aumenta la materia gris
. Desarrollo de la intuición y de la estabilidad emocional.
. Mejora el estado anímico de los adolescentes.
. Reduce la depresión y promueve la felicidad.


La ciencia avala la meditación


Investigadores científicos de la UCLA realizaron estudios en 49 personas que practicaban la meditación desde hacia 20 años, y tomaron resonancia magnéticas. Los resultados fueron que a mayor cantidad de años en la práctica de meditación mayores cambios neuronales se generaban. Las áreas del cerebro en que más neuronas se habían generado se relacionaban con funciones del cerebro como: pensamiento, juicio, memoria y decisión. Estas conexiones neuronales nuevas favorecen los procesos cognitivos y mejoran a nivel físico y mental.


Según se ha publicado en la revista “The Lancet – Public Health” un estudio realizado por la Universidad de Cambridge con 600 estudiantes, evidencia que el mindfulness ayuda a los estudiantes universitarios a mejorar su salud mental durante los estresantes exámenes.



Se estudiaron además efectos de la meditación en los genomas de enfermedades inflamatorias intestinales y en el síndrome de intestino irritable (Estudio publicado en 2015).


Se llegó a la conclusión que la meditación beneficia a nivel de genoma en enfermedades inflamatorias, intestinales y estrés.


Lo ideal al iniciarse en la meditación es llevar toda tu atención a un foco, ya sea la respiración (sentir tu inhalación y exhalación), y cada vez que aparezcan pensamientos no enganchar con ellos, o sea que un pensamiento no traiga otro, es mejor dejarlo pasar.

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