(IMÁGENES) Con una emotiva celebración religiosa, el pueblo honró a su santo patrono. Por primera vez la Virgen de Caacupé visitó la localidad.
Hermanados en la fe mariana, correntinos y paraguayos concelebraron ayer las fiestas patronales en San Luis del Palmar, en el día litúrgico del patrono de la localidad correntina. Por primera vez la Virgen de Caacupé cruzó las aguas y acompañó a Sanluisito en los festejos religiosos, junto a la Virgen Peregrina de Itatí y a la de Guadalupe. Tanto es así, que la misa central fue presidida por el padre Epifanio Barrios, pero concelebrada con sacerdotes paraguayos, entre ellos el vicario de la Basílica de Itatí, padre Derlis Denis Sosa. Allí, bajo el ardiente sol de la tarde, luego de la procesión y al compás del baile de una polca paraguaya, dieron la bienvenida a la Virgen de Caacupé en el altar montado ante más de 30 mil fieles de distintos lugares que vivieron la emotiva celebración litúrgica en el atrio de la parroquia de San Luis Rey de Francia.
En un año muy particular para la localidad, el padre Barrios se refirió en su homilía al deber del hombre de cumplir el rol que le corresponde en la sociedad, con responsabilidad y caridad, haciendo referencia el arduo trabajo humanitario que realizó todo el pueblo durante la crisis hídrica y que gracias a la caridad de todos se logró salir adelante luego de la inundación que azotó a la localidad en los primeros meses del año. El gran mensaje es que en este mundo pretendemos elegir a un salvador y ya está, es Jesús. Hay que darle bolilla nomás. Porque nosotros muy Jesús, pero ¡Jésu María lo que hacemos con el prójimo!, reflexionó el cura. Al tiempo que explicó: Es decir que fuimos llamados a la existencia por caridad, y fuimos creados únicos e irrepetibles. Dos Epifanios no va a haber, sino uno solo y ese uno es el que tiene que hacer historia, es el que se tiene que adaptar a la vida evangélica. Así como mucha gente dio la vida en este tiempo de inundación, así tiene que ser siempre. Nosotros somos re buenos para la peregrinación y para las patronales, pero eso no alcanza, tenemos que ser cristianos los 365 días del año y si es bisiesto, los 366 días si se quieren salvar, bromeó. Por último el religioso, emocionado hasta las lágrimas, destacó el rol de las fuerzas de seguridad, armadas y el Ejército Argentino, así como también del Municipio local y todos los actores sociales que colaboraron en la inundación: Dentro de esta sociedad fuimos bendecidos cada uno con su rol. Entonces, tomen con responsabilidad el rol que a cada uno le compete. Este es el mensaje de hoy, cumplan con cariño su rol y van a encontrar el camino de la salvación.
De la misa participó el intendente Ricardo Valenzuela, y otros funcionarios (más imágenes e información, en Contratapa).