José Daniel Ferrer García permanece encarcelado «en condiciones crueles, inhumanas y degradantes sin cometer delito alguno, brutalmente golpeado y en ropa interior», denunció a ABC su hermana, Ana Belkis Ferrer .El líder de la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba) fue violentamente arrestado en la madrugada del 29 de abril durante un allanamiento a su vivienda -también sede de la organización- en la provincia de Santiago de Cuba, al oriente del país. También fueron detenidos su esposa, Nelva Ortega , y su hijo, Daniel José, de apenas seis años de edad, así como varios activistas. En conversación telefónica con ABC, Ortega relató que en el operativo participaron un gran número de policías uniformados, de la brigada especial conocida como \'boinas negreas\' y oficiales de la Seguridad del Estado vestidos de civil; ella y su hijo fueron conducidos a un centro supuestamente de «protección de menores» en donde la amenazaron con quitarle la custodia, ambos serían liberados horas más tarde. Asimismo, afirmó que su vivienda fue saqueada.Noticia Relacionada estandar Si El opositor Ferrer, sitiado y amenazado de cárcel por alimentar a cientos de cubanos necesitados Camila Acosta Una colaboradora del disidente político fue detenida por la Seguridad del Estado que la advirtió que si no lo dejaba la encerraría en un calabozo con 30 presos que podrían violarla«Solo me dejaron algunos pomos de agua y los restos de comida del día anterior. Se llevaron medicamentos, teléfonos, computadoras, hasta los cepillos de dientes, una nevera con toda la comida, ropa, también las ollas y el combustible que teníamos para cocinar; rompieron el techo y dos colchones. Incluso nos dejaron sin carné de identidad», explicó. Simultáneamente, cortaron la conexión a internet en toda la zona para impedir la comunicación. Todos los que intentaron acceder al lugar fueron amenazados con prisión.Cumplir la sentencia «desde cero»En la tarde noche de ese mismo día, un oficial conocido como Julio Fonseca fue a la sede para comunicarle a Ortega que su esposo había sido enviado a la prisión de Mar Verde, en la misma provincia, en donde comenzaría a cumplir su sentencia «desde cero», es decir, una condena de alrededor de cuatro años que arbitrariamente le impusieron en 2020, y que fue la justificación que usaron para encarcelarlo en 2021. Pese a que le aseguró a Ortega que el 30 de abril le permitiría una visita con su esposo, al llegar a la prisión, se la negaron.En la jornada siguiente a su detención, Ferrer logró enviar un mensaje a su familia en el que confirmó su violenta detención y que, una vez en prisión, fue golpeado para ponerle por la fuerza el uniforme de preso común. «No tengo nada para alimentarme y no como del penal por las razones que conocen», escribió el disidente en la nota, en referencia al temor de envenenamiento.«No tengo nada para alimentarme y no como del penal por las razones que conocen», escribió el disidente en una nota, en referencia al temor de envenenamiento«Las cosas muy tensas. El embiente peor que nunca. Pronto iré a la huelga de hambre si esto continúa así», añadió. Desde entonces, su familia no ha vuelto a saber de él.Tras permanecer incomunicados y en paradero desconocido, este viernes fueron liberados los cinco activistas detenidos junto a Ferrer. «Todos fueron advertidos por última vez y amenazados con ser encarcelados si vuelven a la sede y si hacen denuncias», informó Ana Belkis Ferrer. Incumplimiento de acuerdosFerrer García fue excarcelado el pasado 16 de enero tras un acuerdo con la Administración Biden en el que medió el Vaticano. La dictadura se comprometió a excarcelar a 553 presos políticos a cambio de que Biden eliminara a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo y relajara otras sanciones. Tras su excarcelación, Ferrer se negó a ceder a los chantajes y amenazas de prisión por parte de la Seguridad del Estado; en cambio, implementó una amplia labor humanitaria que consistía en elaborar y distribuir alimentos a personas vulnerables. Debido a esto, su vivienda permanecía sitiada por las fuerzas policiales, y los colaboradores y activistas que lo apoyaban eran detenidos, multados e intimidados. Una semana después de la muerte del Papa Francisco, Ferrer y el líder opositor Félix Navarro eran devueltos a prisión. Ambos tienen más de 25 años de experiencia en la oposición, formaron parte de los presos políticos de la Primavera Negra (2003), y fueron condenados tras las protestas del 11 de julio de 2021, y excarcelados en enero. Según informó la agencia Reuters, Maricela Sosa , vicepresidenta del máximo órgano judicial, dijo que ambos incumplieron las condiciones establecidas para su liberación: «En consonancia con lo regulado, las salas penales de los tribunales provinciales populares de Matanzas y Santiago de Cuba revocaron la libertad condicional a dos sancionados, del grupo de los 553, que incumplieron lo establecido en la ley durante el período de prueba al que estaban sujetos».La funcionaria añadió que Ferrer y Navarro «incitan públicamente al desorden y al irrespeto a las autoridades en sus redes sociales y en línea, y mantienen vínculos públicos con el jefe de la Embajada de Estados Unidos».Rechazo internacionalEste miércoles, la Unión Europea expresó su «preocupación» y «pesar» por la revocación de la medida mediante un comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), en el que también se instó a liberar «a todas las personas detenidas por ejercer sus derechos a la reunión pacífica y a la libertad de expresión». «La Unión Europea lamenta la decisión de las autoridades cubanas de revocar la libertad condicional concedida en enero a José Daniel Ferrer y Félix Navarro», indicó.El bloque comunitario recordó que continuará vigilando la situación de los derechos humanos en la isla y que utilizará «todos los mecanismos establecidos para expresar sus preocupaciones, de acuerdo con los principios del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación UE-Cuba (ADPC)».Por su parte, la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos calificó el hecho como una «injusta detención» y denunció el «tratamiento brutal» contra ambos opositores. Según la entidad, la Embajada de EE.UU. en Cuba continuará reuniéndose con «cubanos que luchan por sus derechos y libertades fundamentales».También la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA) se pronunció contra lo que consideraron una «detención arbitraria»: «Manifestamos nuestra preocupación por la integridad física y psicológica de los dirigentes detenidos», afirmó la organización en un comunicado, en el que denunció que el régimen cubano pretende «inhibir la acción pacífica y legítima» de la oposición.