La investigación por la muerte de Nisman acumula más de 200 declaraciones de vecinos de Le Parc. Y todavía hay otras 100 pendientes. Hasta ahora, ninguno aportó datos sobre lo que ocurrió el fin de semana que el fiscal fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza. Algunas declaraciones, en cambio, abren líneas de investigación sin relevancia que demoran a los investigadores. Es el caso de un misterioso diariero que habría desaparecido luego del hecho. La Justicia ni siquiera pudo determinar su identidad.
El caso del diplomático ruso que vivía en Le Parc en enero de 2015 llamó la atención por varios motivos. Su nombre no figuraba en el listado de vecinos que tuvo en su poder la primera fiscal del caso, Viviana Fein. "La administración en ese momento hizo una suerte de censo, departamento por departamento, y hay varios propietarios o inquilinos que no estaban", explicó una fuente judicial. La omisión fue detectada ahora por Gendarmería, que colabora en la causa.
Apenas recibió el dato, el fiscal decidió sumar al misterioso diplomático a la lista de testigos. La citación fue enviada a la sede de la embajada rusa en Buenos Aires porque D.B. ya no reside en Le Parc. Llamativamente, la respuesta fue negativa. "No quieren que declare en la Fiscalía", confirmó un investigador.
La carta de la Embajada no abunda en argumentos y apenas cita los considerados de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, según pudo saber este medio.
Por estas horas, el fiscal Taiano evalúa los caminos a seguir. La primera opción es que la declaración se lleve a cabo en la sede de la embajada.
Fuera del expediente, las fuentes consultadas por Infobae sospechan que D.B. no es un testigo más. "Es un diplomático muy especial. Sería importante investigar sus llamadas en los días previos a la muerte del fiscal", apuntó un investigador en base a un informe de inteligencia que llegó del exterior. Infobae