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EE.UU. acusa a Alemania de ser una «tiranía disfrazada» por declarar a AfD «extremista» y «contraria a la Constitución»

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha considerado este viernes que Alemania debería dar marcha atrás después de que la agencia de espionaje del país clasificara a la formación ultraderechista AfD como «extremista», una medida que le otorga nuevos poderes para vigilar al mayor partido de la oposición del país. «Alemania acaba de otorgar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición. Eso no es democracia, es tiranía disfrazada . Lo verdaderamente extremista no es la popular AfD —que quedó en segundo lugar en las recientes elecciones—, sino más bien las letales políticas de inmigración de fronteras del Gobierno a las que la AfD se opone. Alemania debería cambiar de rumbo», ha escrito en su cuenta de X, antes Twitter.Las declaraciones de Rubio se producen después de que la Inteligencia alemana haya calificado este viernes al ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como una organización «extremista» cuyos objetivos son «contrarios al orden democrático», una etiqueta con la que ya contaba en varios estados federados del país.Así lo ha indicado la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), la agencia de Inteligencia del Ministerio del Interior alemán, que ha analizado a la formación antinmigración, fundada en 2013, y ha resuelto que sus ideas son «contrarias» al Estado de Derecho .«La concepción predominante del partido sobre el pueblo, basada en la etnia y la ascendencia, es incompatible con el orden democrático liberal «, afirma la agencia, que tenía a la formación en el punto de mira como »sospechosa« de ser una organización extremista.El objetivo de la formación, ha indicado en un comunicado, es « excluir a determinados grupos de la población de la participación social en igualdad de condiciones«. »En concreto, AfD considera, por ejemplo, que los ciudadanos alemanes con antecedentes migratorios procedentes de países de tradición musulmana no son miembros equivalentes del pueblo alemán definido étnicamente por el partido«, recoge el texto.La reacción de AfD no se ha hecho esperar. Los presidentes del partido ultraderechista, Alice Weidel y Tino Chrupalla, han descrito este viernes como un «golpe para la democracia» la decisión de los servicios de Inteligencia alemanes de designar a la formación como «organización extremista».

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