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Dra. Caitlin Chasser, especialista en sueño: "Dormir de lado, con un cojín entre las piernas, es la mejor postura para un sueño reparador"

Dormir bien no depende de las horas que pasamos en la cama. De hecho, es la postura que tengamos la que va a determinar cómo será nuestro descanso.

Cómo colocamos el cuerpo al tumbarnos, cómo nos sentamos durante el día o incluso la manera en la que apoyamos los pies en el suelo influye en la calidad del descanso y en el ruido mental que a veces nos impide desconectar. Dos expertas nos cuentan cuál es la postura clave para descansar de verdad y, de paso, frenar esos pensamientos rumiantes que nos desequilibran.

Dormir de lado, el gesto más sencillo para un sueño reparador

La doctora Caitlin Chasser, especialista en sueño en The Sleep Project (programa incluido en Le Méridien Ra Beach Hotel & Spa) explica que, "para la mayoría de las personas, la mejor postura es dormir de lado, con las rodillas ligeramente flexionadas y un cojín entre las piernas". Y es que, esta posición ayuda a mantener la columna en equilibrio, reduce la presión en las articulaciones y favorece un sueño más profundo y reparador.

En cambio, "dormir boca arriba, aunque pueda parecer cómodo al inicio, no es recomendable en la mayoría de los casos ya que, aumenta el riesgo de apnea del sueño y de interrupciones nocturnas. Dormir boca abajo tampoco es lo ideal, porque fuerza el cuello y puede generar molestias en la zona lumbar", añade la doctora.

Lo que hay que hacer es encontrar la postura más neutra posible, aquella que permita que el cuerpo se relaje sin generar tensiones. Y acompañarla de horarios regulares: acostarse y levantarse a la misma hora ayuda a reforzar el ritmo circadiano y a que el descanso sea realmente reparador.

Esta es la postura que calma la mente a cualquier hora

Pero no todo se juega en la cama. Nuestra postura durante el día también influye de manera directa en cómo pensamos y sentimos. La psicóloga clínica Lola GómezGutiérrez señala que "la espalda erguida y alargada, sin rigidez, la cabeza alineada, los hombros relajados y los pies apoyados en el suelo es la postura que propicia la calma mental".

Funciona porque "esta colocación favorece la respiración abdominal profunda, activa el nervio vago y ayuda a equilibrar el sistema nervioso". Es decir, nos saca del modo "alerta" y nos lleva al modo "calma". Una estrategia efectiva para frenar la rumiación, esa corriente de pensamientos que tanto desgasta.

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