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Diócesis de Goya celebró la ordenación de dos diáconos futuros sacerdotes

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El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, ordenó dos diáconos camino al sacerdocio. Se trata de Pablo Esteban Stortti y Pedro Pablo Ojeda. Las misa de ordenación diaconal fue concelebradas por el rector saliente del Seminario Interdiocesano “La Encarnación” presbítero German Vallejos  y el rector del Seminario de Paraná presbítero Cristian Torres. Asimismo concelebraron el vicario general de la diócesis presbítero Juan Carlos Lopez y alrededor de veinte sacerdotes diocesanos. Participaron diáconos y seminaristas.

 

En su homilía, monseñor Adolfo Canecin destacó la consulta que “como Obispo he pedido a todo el pueblo santo de Dios y, es una experiencia que va creciendo, nos permite descubrir que toda la Iglesia en particular en este año vocacional diocesano, tenemos que ser partícipes y protagonistas con la oración en el surgimiento, despertar, discernimiento, formación y una vez que llega a recibir el sacramento continuar acompañado para que puedan vivir en plenitud lo que prometen”.

 

“Con la ayuda de Dios y de nuestro Señor Jesucristo elegí estos hermanos nuestros,  para el orden diaconal” aseguro. Destaco y agradeció la presencia de los rectores de los seminarios de Resistencia presbítero German Vallejos y de Paraná presbítero Cristian Torres y, por eso dijo que “ninguna tarea es fácil en la Iglesia, pero la tarea de rector y de formadores, es una tarea hermosamente ardua y exigente, requiere de una profunda contemplacion".

 

Dijo que la obra del Señor requiere un gran discernimiento y hay que discernir que quiere el Señor en cada persona.

 

Explico que “ingresamos al seminario de la manera en que vivimos y, cuando el Señor llama, luego se va haciendo un camino” y aclaro que es un proceso largo” porque las “cosas de Dio maduran en el tiempo”.

 

En este tiempo de Adviento, remarco que esta ordenación, se realizó en el marco del Año Vocacional Diocesano declarado recientemente y donde convergen un Dios que nos “primerea” (parafraseando al Papa Francisco) tomando la decisión de “venir” en la forma de “carne humana en la plenitud de los tiempos” y también una “humanidad que en una creatura recibe el anuncio”.

 

Resalto luego la “maravilla” que significo el nacimiento de Jesús, porque “el Verbo se hizo carne y nació entre nosotros”.

 

Relacionando con el tercer domingo de Adviento que es de la “alegría” expreso que “esta ordenación diaconal nos suscita una gran alegría y, es parte de la alegría que nos provoca la venida del Señor”.

 

A los nuevos diáconos recomendó “sean expresión de la diaconía de Jesucristo” sobre todo aconsejo el “trabajo con los jóvenes” porque con “los jóvenes tenemos que romper muchas estructuras: escuchen a los jóvenes y a ellos hay que acoger e integrarlos” a las actividades pastorales por eso llamo a “pensar pastorales no para los jóvenes sino con los jóvenes”.

 

“Todas las áreas pastorales tienen que involucrar a los jóvenes” insistió y, en ese contexto reitero la convocatoria diocesana a crear una “cultura vocacional” y añadió “tenemos que crear el clima y la atmósfera propicia y adecuada” para que la “semilla que Dios puso desde la eternidad en el alma de cada niño, adolescente o joven, pueda germinar, crecer y dar frutos” para lograr nuevas vocaciones.

 

“Tengamos también vocaciones laicales que se concreticen a quienes Dios llama en el matrimonio sellado con el santo sacramento del servicio que es el amor en el matrimonio” al tiempo que recomendó “tengamos otras vocaciones laicales” de manera que “haya una multiplicidad de carismas”.

 

En ese sentido aseguro que “Dios nos prometió una primavera vocacional” donde “todo renace, embellece y todo se enverdece” y pero la condición es “que trabajemos creativa y decididamente” por eso pidió “pongamos todas nuestras fuerzas y que todo el mundo se involucre en crear una cultura vocacional”.

 

Al pedir que tengan actitudes de jóvenes: “Pablo (Stortti) y Pedro (Ojeda) sean con sus vidas los protagonistas” en generar la cultura vocacional. “Que los jóvenes vean en ustedes sus entregas y el servicio en la diaconía, que hace presente a Cristo siervo. Que cuando los jóvenes vean que ustedes se inclinan para ´lavar los pies´, es decir, cuando los vean servir, que esos jóvenes también digan ´nosotros también queremos ser sacerdotes´, queremos tomar en serio nuestras vidas” expreso a los futuros sacerdotes diocesanos.

 

“Que ustedes hoy que se ordenen en este contexto del Adviento y del Año Vocacional Diocesano es un indicador muy grande” remarco.

 

Recordó “lo que debe caracterizar al diacono es el servicio” que no tiene que “reducirse” a la liturgia sino que “es el servicio a la fe atraves de la predicación de la Palabra de Dios, es el servicio a la esperanza atraves del culto y es fundamentalmente el servicio de la caridad”.

 

“La caridad tiene que ser la expresión de la fe y de la esperanza” insistió el Obispo y le recordó que los apóstoles se “abrieron” a nuevos ministerios por un “clamor”, es decir, en “base a la queja de la gente y ellos (apóstoles) en lugar de defenderse interpretaron lo que Dios les quería decir y se ubicaron” y relaciono esa actitud de los apóstoles diciendo “Hermanos, esto nos indica algo muy importante, tenemos que caminar hacia una Iglesia ministerial donde los referentes (sacerdotes, diáconos, consagradas y laicos) tenemos que discernir los talentos, capacidades y cualidades para delegar y no sentirnos dueños”.

 

Recomendó a los sacerdotes “basta de clericalismos” e instó a delegar funciones y añadió que es un “desafío a la conversión pastoral de actitudes y de estructuras”.

 

“Queridos diaconos, que la gente cuando los vean, manifiesten la diaconía de Jesucristo”, concluyo. 

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