Mujeres de hoy

Cuando llamar "guapa" a Kate Middleton además de ser una obviedad, está fuera de lugar

Kate Middleton es universal, canónica e indiscutiblemente guapa. "Tan guapa". En eso estamos de acuerdo, presidente Trump. Y sin embargo, la princesa de Gales no necesita que se lo digan, ni en la calle, ni mucho menos en un evento oficial como parte de su agenda diplomática. "Hola, guapa" no es forma de dirigirse a un miembro de la realeza, pero ni a ella ni a ninguna mujer en un entorno laboral, el que sea. Y parece mentira que a estas alturas de la película aún quede quien no ha recibido la circular, pero si algo demuestra este saludo irrespetuoso disfrazado de piropo es que todavía hay gente, más de la que pensamos, que no ha entendido absolutamente nada. ¿Llegará el día en que dejemos de comentar el aspecto físico de las personas?

Una cosa es tu grupo de Whatsapp. Tu cena de los miércoles. Tu amiga Maricarmen. Está fenomenal que le dediques halagos a tu pareja, a tus colegas, a tu familia. Lo bueno, siempre, hay que decirlo MÁS. Pero el contexto, en las situaciones sociales, lo es todo. Y lo que en una determinada situación es una palabra afectuosa, en otra, puede convertirse fácilmente en una ofensa. No hay más que pensar en todo el acervo de significados que acumulan los insultos en nuestro rico idioma. Y tampoco hay que irse tan lejos: tía, bro, vieja, gordi... Depende de cómo y a quién se lo digas.

Trump, por supuesto, le dirigió sus piropos a una mujer. Porque mientras "el príncipe William es una persona excepcional", la princesa Catherine es "radiante, saludable y hermosa". Así los describió en el discurso de agardecimiento que les dedicó durante la cena de bienvenida marcando una clara diferencia entre lo que decidió destacar de cada uno. ¿Es que ya no se puede decir nada? Aparentemente sí, puedes dedicarle todo tipo de comentarios superficiales a otro mandatario en un encuentro oficial sin que te tiemble mínimamente el párpado.

Tan sólo unas horas antes, el presidente Trump, que saludaba a los príncipes de Gales acompañado de la primera dama, Melania Trump, parapetada bajo su pamela —qué bien le hubiera venido a la princesa una de esas—, protagonizaba a su llegada al Reino Unido un momento bochornoso que delata la impunidad y la ligereza con la que todavía seguimos comentando el aspecto de otros, especialmente, de las mujeres.


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Fuente: https://www.telva.com/moda/looks/2025/09/18/68cbb51301a2f1b11c8b458c.html

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