Los peregrinos de Itatí partieron ayer, en una mañana con neblina, hacia el «Pueblo de la fibra fuerte» donde los preparativos están listos para honrar a San Luis Rey de Francia en la vigilia de hoy, jueves 24, que congrega a una multitud fervorosa de vecinos y visitantes en torno a la parroquia local para las campanadas de las doce, y mañana, viernes 25, en el día de su celebración.


CAMINO DE PROMESAS



El grupo de jinetes itateños llevaron consigo imágenes de la Virgen de Itatí, con banderas argentinas y papales, y también una imagen de la Virgen de Guadalupe, con la bandera de México. Su llegada está prevista para hoy al mediodía.


También arribaron caminantes y jinetes de parajes rurales como Kilómetro 89 y Costa Grande, de la Quinta Sección, algunos de ellos recorriendo más de 70 kilómetros. Fue en el mediodía de ayer, bajo un cielo despejado a esas horas, y la bendición del párroco Epifanio Barrios.



MANIFESTACIÓN DE FE

Como cada año, son nueve días de rezo y festival en honor a San Luis Rey de Francia, constituyéndose como una de las manifestaciones de fe más fuertes de la comunidad, además de su tradicional peregrinación hace más de una centuria a la Basílica de Itatí, del 13 al 18 de julio.


Luego del saludo a la medianoche, monseñor José Adolfo Larregain presidirá una misa para todos los presentes.


En la jornada del viernes, habrá misas a las 8 y a las 11, con bautismos a las 10. Una primera procesión se realizará a las 16, seguida de una misa solamente, para a las 19 llevarse a cabo la misa de clausura con procesión de antorchas.



HISTORIA



San Luis IX de Francia nació en el año 1214. A la muerte de su padre, Luis VIII, con sólo doce años, fue coronado rey bajo la regencia de su madre. En una época difícil, en que los excesos y la violencia caracterizaban la vida en la corte, la reina se esforzó por enseñar a su hijo los deberes propios del oficio de monarca, así como educarlo en los valores y piedad cristianos.


Como gobernante, Luis hizo siempre lo que creyó que era su deber, procurando que todas sus acciones fueran a favor de la justicia y la paz.