El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin, animo a colaborar en un mensaje a toda la feligresía de su diócesis, en vista de la colecta a favor de Tierra Santa, que tradicionalmente tiene lugar en el Vía Crucis de cada localidad. La celebración del Viernes Santo está asociada con la urgente necesidad de sostener a los hermanos de Tierra Santa de todos los modos posibles, y de modo particular invocando para ellos la paz que viene de lo Alto.
Con tal motivo el obispo de Goya recuerda a los fieles el deber de socorrer a los cristianos que viven en la tierra de Jesús. La Colecta, que tradicionalmente se recoge el día del Viernes Santo, “es la fuente principal de ingresos” para el sostenimiento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares.
Explico que “los donativos recogidos por las parroquias y los obispos se trasladan luego a los Comisarios de Tierra Santa, los que la envían a su vez a la Custodia de Tierra Santa. Tales donativos son usados para el mantenimiento y sustentación de los Santuarios y los cristianos de Tierra Santa, las piedras vivas de Tierra Santa”.
Por medio de la Colecta es capaz de mantener y llevar a cabo la importante misión a la que están llamados a custodiar los Lugares Santos, “las piedras vivas de la memoria y mantener la presencia Cristiana, las piedras vivas de Tierra Santa, a través de las distintas obras de solidaridad”.
El fruto de las privaciones cuaresmales y del Viernes Santo, ayudara a los padres franciscanos que tienen a su cargo la custodia de esos santos lugares, por eso, desde el Obispado de Goya se distribuyó unos carteles con la consigna de este año.
“El camino cuaresmal que estamos recorriendo nos invita a levantar la mirada hacia la meta: estamos llamados a seguir a Nuestro Señor Jesucristo hasta el Gólgota y después a descender con Él al Sepulcro; para experimentar por último la potencia siempre nueva y vivificante de su Resurrección. Los Lugares Santos de nuestra fe son el testimonio tangible de este extraordinario acontecimiento que ha cambiado la historia de la humanidad y ha abierto una esperanza nueva”, expresa la Carta del Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales
Una vez más, gracias a la generosidad de toda la Iglesia, que se concreta y se manifiesta también en la Colecta del Viernes Santo, las comunidades católicas de Tierra Santa, con las familias religiosas y los diversos organismos de todo género, podrán a su vez ayudar de modo concreto.
PREFECTO
El cardenal argentino Leonardo Sandri, en una carta dirigida al obispo, expresa: “A usted, a los sacerdotes, a los consagrados y a los fieles que trabajan por el buen éxito de la Colecta, tengo la alegría de transmitirles el vivo agradecimiento del Santo Padre Francisco, junto con el reconocimiento de la Congregación para las Iglesias Orientales. Y, mientras invoco, sobre su persona y su ministerio pastoral y sobre todos los fieles de su jurisdicción, copiosas bendiciones divinas, manifiesto mis cordiales deseos de una Feliz Pascua de Resurrección y transmito el más fraterno saludo en Cristo Jesús”.
El obispo Canecin, en comunión con toda la Iglesia Universal, remarca que la colecta del Viernes Santo, se realiza con el propósito de sensibilizar a toda la Iglesia en favor de Tierra Santa y pidió a sus sacerdotes que se promueva la oración y caridad fraterna en favor de los cristianos de Jerusalén, Israel y Palestina.
El dinero recaudado en cada localidad, debe ser remitido a la curia local, para re enviar “lo más pronto posible esa importante ayuda a nuestros hermanos, que tanto necesitan”, remarcó.
Destaca monseñor Adolfo Canecin la importancia de colaborar con este lugar sagrado, porque “de esa Tierra partieron aquellos que, con la palabra de Cristo, han llevado el Evangelio a todos los rincones del mundo”.
Tierra Santa es donde la Iglesia siempre encuentra, con sus raíces, la "gran esperanza" que lleva el nombre de Jesús.
“Tenemos el deber de devolver a estos cristianos el patrimonio espiritual que hemos recibido de su milenaria fidelidad a la verdad de la fe cristiana. Podemos y debemos hacerlo con nuestra oración, con lo concreto de nuestras ayudas, con nuestras peregrinaciones”.