El obispo diocesano, Adolfo Canecin, presidió una misa en la Catedral al cumplirse 33 años del trágico fallecimiento de monseñor Alberto Pascual Devoto, primer pastor de la Diócesis de Goya. Concelebraron sacerdotes del clero local y fue el lanzamiento del Encuentro Nacional de Cebs que se realizará próximamente en esta ciudad. Hizo un llamado a “no quedarse en la admiración sino asumir el estilo de vida” del denominado Apóstol de los Pobres.
El obispo Adolfo Canecin, inició su predicación recordando que presidió una misa en el año 2015, cuando recién “estaba llegando a la Diócesis de Goya” en memoria de monseñor Alberto Devoto y destacó que “ese día el padre Víctor Hugo Arroyo, hizo una hermosa memoria” del primer obispo diocesano, porque “el (Arroyo) lo conoció”.
Para “hacer memoria del Obispo Alberto Devoto, recordando su vida, su ministerio, su entrega y de las huellas que dejó en nuestra Diócesis y en la vida de muchos de nosotros, estamos cumpliendo con la regla de oro de la Biblia” haciendo referencia al pasaje bíblico que dice “hagan por los demás lo quisieran que hagan por ustedes” por eso “estamos haciendo memoria” dijo el prelado.
Remarcó que “las nuevas generaciones no lo conocieron personalmente” pero invitó a conocer la vida del primer pastor diocesano atraves del “testimonio de quienes vivieron muy cerca del padre Alberto (Devoto) y de los libros que hablan de él y conozcan los lugares que evocan su presencia”.
“Qué lindo es que aquellos que tuvieron la gracia de conocerlo no guarden en la alforjas de sus memorias ese conocimiento” y añadió luego que tienen “la hermosa tarea de darlo a conocer a quienes no lo conocieron personalmente, primero con sus testimonios de vidas y luego con sus palabras”, enfatizó el actual obispo diocesano.
ADMIRACION
Insto a “no quedarse en la admiración” sino a “asumir el estilo de vida” de monseñor Alberto Devoto.
“Qué lindo es hacer memoria dentro del memorial de la pascua del Señor Jesús” y destacó más adelante el evangelio proclamado en esa Eucaristía, destacando “la semilla no cayó al borde del camino, ni entre piedras ni espinas” sino que “el corazón del Obispo Alberto Devoto supo ser tierra fértil” por eso “produjo frutos y, nosotros somos testigos, algunos contemporáneos de los frutos de él, otros testigos atraves del testimonio de ustedes o de los libros y las obras”.
“Lo grande del padre Alberto Devoto, es que fue tierra fértil y Dios sembró la semilla, que no fue infecunda” resaltó.
Recordó que “él llegó de siendo de otras culturas, se inculturó, siendo un bisagra muy importante en la historia de él, las inundaciones del año 1.966, donde el agua cuando crece saca a la luz, entre otras cosas, la pobreza, la miseria y otras cosas” y esa experiencia “lo marcó y le produjo una conversión honda y profunda”.
Reiteró “que lindo es que hagamos memoria y nos contagiemos todos, empezando por mí” porque “tengo la posibilidad de ofrecer la semilla eficaz del evangelio y puedo ser tierra fértil”.
“Cada uno de nosotros estamos llamados a pasar por la vida dejando huellas profundas, pero, poniendo nuestros pies en las huellas que dejó Jesús” dijo.
AL ESTILO DE BROCHERO
Parafraseando al “Santo Cura Brochero” dijo que el primer obispo que tuvo la diócesis “supo ´pispear´ las pisadas de Jesucristo, el Buen Pastor, del misionero y evangelizador por antonomasia que es Jesucristo”.
“Alberto Devoto supo poner en su corazón los sentimientos de Jesús, en su bocas las palabras al estilo de Jesucristo” por eso “dejó huellas” y reflexionó que “sería poco y pobre, que nos quedemos en una admiración” porque la “admiración puede transformarse en una ideología”.
Luego de la misa, el Obispo Canecin pronunció un responso delante de la tumba de monseñor Alberto Devoto e invitó a los sacerdotes que concelebraron y a toda la feligresía en un gesto de unidad a tomarse de las manos.