Confirmaron 6 mil nuevos infectados en las últimas 24 horas. Las autoridades creen que la "curva aplanada" llegará en algunas semanas. 



Brasil registró 428 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, con lo que el balance total de víctimas fatales asciende hasta los 6329. Los contagios, por otro lado, se elevaron hasta los 91.589, informó el Ministerio de Salud de ese país.

 

La pandemia continúa su rápida expansión por el territorio brasilero al tener en el último día 6209 nuevos contagios, de acuerdo las cifras oficiales. Además, los responsables sanitarios tienen bajo investigación otras 1642 muertes que son sospechosas de haber sido producidas por el coronavirus.

 

Según las autoridades, se espera el pico de la llamada "curva" para las próximas semanas. El balance también indicó que 38.039 de los contagiados se recuperaron de la enfermedad.

 

El estado de San Pablo, el más rico y poblado de Brasil, con unos 46 millones de habitantes, continúa siendo el más golpeado por la pandemia con 2511 muertos y 30.374 infectados por COVID-19. Las autoridades locales inauguraron este viernes el tercer hospital de campaña en la capital paulista en el Polideportivo del Ibirapuerta, con 268 nuevas camas disponibles para pacientes con cuadros leves de la enfermedad.

 

La situación también es delicada en el estado de Amazonas, que, con 476 muertos y 5723 casos, tiene sus servicios sanitarios y funerarios completamente desbordados y le pidió ayuda al gobierno nacional de Jair Bolsonaro para superar la crisis.

 

La pandemia avanza igualmente entre las comunidades indígenas, una de las poblaciones más vulnerables, pues algunas etnias no tienen anticuerpos para enfermedades como la gripe. Según el Ministerio de Salud, ya murieron por coronavirus seis indígenas brasileños y hay 105 casos confirmados entre ellos.

 

El ministro de Salud, Nelson Teich, admitió que Brasil puede llegar a registrar mil muertos por día y descartó, por el momento, recomendar flexibilizar las medidas de aislamiento. "Nadie está pensando en relajar el aislamiento. En este momento, nadie está pensando en flexibilizar nada", señaló.

 

A pesar de multiplicarse los casos y aumentar el número de muertos, Bolsonaro insiste en oponerse a la cuarentena. El mandatario sostuvo que le gustaría que todos los brasileños "volvieran a trabajar", en rechazo a las medidas de confinamiento adoptadas por gobernadores y mandatarios locales de diferentes regiones.