La víctima tiene 29 años y fue atacada por la mascota de su pareja, un animal de raza Pitbull. Sucedió en la mañana de este jueves en una vivienda del barrio Pirayuí. Fue rescatada por vecinos y trasladada en un vehículo partícular al Hospital Escuela. “Tiene la cara desgarrada”, relató un testigo.
Sucedió esta mañana en las 335 Viviendas, Manzana “F2”, casa 15, un perro de raza Pitbull mordió en la cara y manos a Tamara Romina Sotelo, de 29 años. El animal es de su pareja, quien no estaba en la casa por un viaje a Córdoba.
El ataque se produjo cuando la mujer sacó la moto a la calle y se le escapó el perro, la mujer quiso ingresarlo nuevamente a la propiedad y ahí fue atacada. Los gritos alertaron a los vecinos del barrio que intervinieron y lograron rescatarla, pero ya con graves lesiones.
“No podíamos hacer nada”, dijo un vecino al cronista de Sudamericana, quien expresó que le pasaron un cuchillo a la mujer para que tratara de salvarse, pero la única manera de ayudarla fue arrojando agua caliente al animal. “La arrastró como papel y si no podíamos entrar a la casa, la mataba”, dijo el hombre.
La joven tiene dos hijos de un matrimonio anterior, que no estaban en el hogar porque fueron buscados ayer por el padre, por lo cual la situación no fue más grave. “Si no pueden matarlo, lo matamos nosotros”, afirmó un vecino notablemente alterado por la situación.
También se logró el testimonio de Fernando Ariel Aguirre, el vecino que trasladó a la víctima al Hospital Escuela cuando se enteró de que fue herida por el perro. “Primero vi a los vecinos queriendo entrar a una casa y pensé que hubo un problema vecinal o de matrimonio, pero me dijeron que un perro atacó a una mujer y ahí me acerqué y la vi muy mal herida”, relató.
Agregó que “fue una situación muy fea”, relatando que vie a la mujer “con la cara desgarrada del lado derecho, le rompió el hueso y la muñeca”. “La levanté y llevé al Hospital Escuela y mientras tanto la íbamos tranquilizando con mi esposa”, afirmó, indicando que “si los vecinos no entraban, no la soltaba”.
“Lo primero que pensé es en los chicos”, dijo y reclamó que “uno tiene que tomar conciencia al tener estos perros porque hay una escuela a una cuadra y si ataca a la propietaria puede hacer lo mismo con cualquiera”.