Este martes fue la última audiencia antes de que Casación tome la decisión de confirmar o no la condena de seis años de prisión para el jugador. El acusado se fue a Letonia, país con el que Argentina no tiene acuerdo de extradición.
Mientras en la Provincia de Buenos Aires Giuliana Peralta volvía a contar cómo fue violada el 16 de marzo del 2014, el acusado, Alexis Zárate, ya estaba en Letonia para volver a jugar con el equipo FK Spartaks.
Es que en la última audiencia ante los Tribunales de Casación, la querella se enteró que el ya condenado en primera instancia no estaba en el país, sino que se había ido a Letonia. La abogada de Giuliana, Raquel Hermida Leyenda, no cree que se trate de una maniobra inocente: “Es posible que haya una estrategia de fuga o al menos de demorar la prisión”.
Si bien la defensa del jugador presentó unos papeles en donde aseguran que el jugador volverá al país en los primeros días de mayo, la condena puede estar antes. “Luego de la audiencia de ayer, el tribunal tiene 30 días para resolver si confirma o no la condena. Una vez que eso se haga efectivo, como se trata de una condena menor a 10 años no puede pedir una revisión en la Corte Suprema Provincial y Zárate debería automáticamente cumplir la prisión”, sostuvo la abogada.
Pero el jugador no está en el país, ni siquiera en alguno que tenga con la Argentina un acuerdo de extradición y su detención sea automática. “No es casual. Los jugadores de fútbol tienen una especie de poder supremo que está hasta por arriba de los abogados. Es el machismo que los apaña y hará hasta lo imposible para que quede libre”, sostuvo la querella.
“¿Por qué no se fue a jugar a Perú o Bolivia? Se fue a Letonia, a un club notablemente inferior de las capacidades que tiene Zárate, claramente es una estrategia para evadir a la Justicia”, agregó la letrada.