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Es goyano, será padre por subrogación y no puede viajar por un error del sistema

Víctor y Ezio (goyano) están a punto de convertirse en padres primerizos de Pilar por gestación solidaria. Sacaron los permisos nacionales para buscar a la mujer gestante en Mendoza, ya que por un tema legal su hija debe nacer en la Capital Federal. Pero por un error del sistema, que cargó sus test como COVID-19 positivos, están varados en Buenos Aires

Ezio (34) oriundo de Goya y Víctor (30) se conocen hace 9 años. El flechazo se dio en un boliche de Buenos Aires, allá por 2011. A los dos meses ya estaban viajando juntos. Al año decidieron convivir y en 2017 vino la gran propuesta de matrimonio. “Víctor me sorprendió en Francia con su pedido de casamiento, no lo dudé, y acepté”, recuerda emocionado Ezio.

Hoy, están a punto de convertirse en padres primerizos a través de la gestación solidaria, absolutamente legal en la Argentina. El objetivo jurídico de la gestación solidaria es que los progenitores del bebé (los comitentes) sean reconocidos por la ley como los padres legales y para eso la mujer gestante no debe tener ningún vínculo con el recién nacido.

Luciana -casada, madre de cuatro y amiga de la pareja- vive en Mendoza. En un gesto conmovedor les ofreció llevar en su viente a su bebé. Emocionados, aceptaron ese acto de amor. Y hoy esperan a Pilar, que tiene fecha de nacimiento para el 10 de octubre. Por la pandemia, tuvieron que seguir todo el embarazo a la distancia y ahora, por un error burocrático en la carga del resultado del hisopado de COVID-19, que muchas provincias les solicitaron hasta llegar a Mendoza, no pueden viajar para el parto. El test les dio negativo, pero se cargó como positivo.

En 2018, en una gran ceremonia por civil y luego una fiesta de 150 invitados, la pareja selló su historia de amor. Se mudaron a Lomas de Zamora y empezaron a planificar su familia. “Queríamos ser padres, sabíamos que no sería fácil y por eso hicimos todas las investigaciones pertinentes. Encontramos al grupo Subrogación de Vientre en Argentina que nos asesoró en toda la parte legal”.

Ante el deseo de ser padres, su amiga Luciana les dio una sorpresa: “'Quiero prestarles el vientre’ nos dijo. Nos emocionamos mucho por su gesto solidario”, recuerda Víctor.

Tanto para llevar al bebé dentro de la panza como para ser la pareja comitente hay que cumplir requisitos muy estrictos. En el primer caso, va desde tener plena capacidad civil, acreditaciones psíquicas y físicas conforme a los protocolos que establezca la autoridad de aplicación de la Ley 26.862 (Ley Nacional de Fertilización Asistida), no aportar sus células reproductoras, haber dado a luz y tener un hijo propio. Además, durante un tiempo se le brinda asesoramiento y se realizan evaluaciones psicosociales previas, cientos de estudios médicos, obstétricos y genéticos y, lo más importante, un gestante sólo podrá realizarse dos procedimientos de gestación solidaria de por vida.

En caso de los comitentes, tener plena capacidad civil, la imposibilidad de gestar o llevar un embarazo a término ya sea por cuestiones médicas o de género, debe ser la aportante de sus células reproductoras (denominadas gametos), contratar y pagar un seguro de vida a favor de la gestante durante todo el embarazo y el parto, asesoramiento y evaluaciones psicosociales previas, y pruebas preliminares para el aporte de los óvulos o de los espermatozoides.

De todo este proceso participó un equipo multidisciplinario que va desde médicos a psicólogos, trabajadores sociales y abogados.

Pilar, en camino

En octubre de 2019 iniciaron los tratamientos de transferencia del embrión. Luego de dos intentos fallidos, el tercero próspero. “Estoy embarazada”, les escribió Luciana, el 10 de febrero a través del grupo de whatsapp integrado por los cuatro. Ezio y Victor estaban trabajando cuando recibieron la noticia. “Nos quedamos helados frente a la pantatalla, cuando nos vimos nos dimos un abrazo entre lágrimas de emoción”, dicen.

Ya como futuros padres pusieron en marcha los preparativos. “Sacamos tres pasajes a Mendoza para seguir el embarazo, acompañar a Luciana y a su familia”. Pero claro pronto vino la pandemia. “Todos los planes quedaron frustrados, se cancelaron los vuelos por el cierre de fronteras, y el seguimiento pasó de ser presencial a virtual. Semanalmente hacíamos videollamadas con fotos, las ecografías y veíamos crecer la panza a distancia”, relata Ezio.

Desde Buenos Aires, preparaban la habitación de Pilar, la ropa, la cuna, los juguetes y claro el momento parto. Por cuestiones legales la beba tiene que nacer en Buenos Aires, lugar de residencia de los padres. “Si nace en Mendoza la anotaron como hija de Luciana, y tendríamos un gran problema judicial... por eso nuestra desesperación para viajar”.

Qué dice la ley

La resolución del Registro Civil de la ciudad de Buenos Aires dispuso que los bebés nacidos por gestación solidaria pueden ser anotados a nombre de los papás que manifestaron en un consentimiento informado tener voluntad procreacional. En ese mismo consentimiento, la gestante (Luciana, en este caso) manifiesta que tiene voluntad gestacional. Para que esto ocurra, la beba tiene que nacer sí o sí en la CABA, aunque el tratamiento se haya realizado en otra provincia.

En caso de que Pilar naciera en Mendoza, deberán recurrir a la vía legal y pedir “una impugnación de la maternidad de la gestante. Nuestro Código Civil dice que madre es la que pare. Es por eso que tiene que viajar sí o sí”, explica a Infobae, la abogada Alejandra Sforzini.

Luciana está de 34 semanas, con posible fecha de parto para la primera semana de octubre. Tiene que llegar a Buenos Aires a tiempo. Con los vuelos comerciales suspendidos, Ezio intentó tramitar un permiso nacional para ir a buscarla, sin embargo, le cargaron mal el resultado de su hisopado.

“Organizamos todo para buscarla anoche. Averiguamos provincia por provincia para los permisos. Nos hicimos el lunes el hisopado para estar en regla con Córdoba que nos pedía eso. Me hice el hisopado en la clínica... a las 48 recibí el resultado negativo, sin embargo cuando trate de tramitar el permiso de fuerza mayor para trasladarme, me lo niegan por presentar síntomas compatibles al virus. Es un error del sistema”, cuenta desesperado.

Ante la negativa trató de comunicarse con la clínica para reconfirmar su hisopado negativo. Le confirmaron que era correcto. “Sé que es un error de carga. Nunca tuve un síntoma y desde marzo nos cuidamos muchísimos”.

Desesperados por llegar a tiempo, hace 24 horas que llaman al 148, y envían e mails al Ministerio de Salud para que rectifiquen el error y así poder llegar a Mendoza. “Tendríamos que haber salido ayer a la madrugada, porque para ir hasta Mendoza tenemos que pasar por Córdoba, y solo se puede ingresar a la provincia de 6.00 a 22 hs. Además estamos en plena cuenta regresiva, primero por la pronta fecha de parto y segundo porque algunas provincias podrían volver a fase 1”.

En plena cuenta regresiva, Ezio no pierde las esperanzas. “Estamos desesperados, es angustiante. Queremos hacer todo bien, y por un traspapelo, ahora estamos varados en nuestro propio país”.

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